Emmanuel Faber: sin justicia social no hay futuro para la economía

Por Cristina Rubio @crisrubse
El consejero delegado de Danone, Emmanuel Faber, pronunció un emotivo discurso a los alumnos que se gradúan este año en la escuela de negocios parisina HEC (Hautes Études Commerciales), una de las más prestigiosas del mundo y en la que él mismo se formó.“Buenos días a todos,Lo haré lo mejor que pueda, empezaré en francés y terminaré en inglés. Si esperáis un discurso intelectual quedaréisdecepcionados ¿Qué es lo que más me marcó durante los años que pasé aquí, como vosotros, en este campus?He decidido compartir con vosotros la historia de alguien que tenía 20 años en aquel tiempo. Él nació en1965, en Grenoble. Un joven, que vivió una vida muy plena, con una adolescencia complicada,turbulenta, que dejó los estudios y consiguió un empleo como operario de obras públicas en los Alpes. Trabajaba en invierno en las carreteras.Un día decidió finalizar sus estudios. Tuvo entonces un primer episodio y fue internado en unhospital psiquiátrico, del que salió más tarde. Él amaba la tierra, amaba la agricultura, amaba a los campesinos.Entonces, decidió ser ingeniero agrónomo. Lo consiguió. Empezó a trabajar. Tuvo entonces un segundo episodio: volvió a ser internado en un hospital psiquiátrico, y nunca pudo volver a trabajar, como lo vais a hacer vosotros en el futuro o como lo hago yo. Se hizojardinero, tuvo otros pequeños trabajos de inserción, pasó mucho tiempo en la calle, tocando la guitarra. Se hizo amigo de quienes se levantan de madrugada, ya que no podía dormir a consecuencia de suenfermedadTambién se hizo amigo de losbasureros, que se levantan a las cuatro de la madrugada, a los que les preparaba café, y de las señoras mayores, a quienes ayudaba a cruzar la calle con el carro para ir al mercado. De vez en cuando dormía con esa gente que ni yo ni vosotros, si hacemos el trabajo al que aspiramos, nos encontramos.Un día decidió volver al campo. Regresó al pueblo, a los Alpes, con sus amigos agricultores. Por la mañana hacíaquesoen la lechería. Y las tardes las pasabadurmiendo, a causa de su enfermedad, e iba a hacerlo cerca de una fuente.Después de cada siesta, ponía su viejo teléfono móvil cerca del manantial, y me llamaba y me dejaba un mensaje en el buzón de voz. Todos los días. Solamentecon el sonido del agua. Yo, en ese momento, podía estar negociando con el Gobierno chino, al otro lado del planeta, en mi oficina de Shanghái, en París,Barcelonao en México, o quizá con vosotros, y tenía todos los días esta vocecita, una vez al día, que me recordaba de dónde vengo. Un día, hace cinco años, pocas horas después de despedirme de él porque se iba a la montaña,murióa causa de su enfermedad.Era mi hermanoLo que más me marcó durante los tres años que pasé aquí fue esallamada, que desearía no haber recibido nunca. A las nueve de la noche, aquí, en el Edificio C, en la cuarta planta: “Faber, es para ti". Y supe que mi hermano había sidoingresado, por primera vez, en el psiquiátrico con el diagnóstico de una esquizofrenia severa.Mi vida cambió Pocos de vosotros lo sabíais. Tuve que aprender anegociarcon alguien que había perdido la razón. Tuve que pasar interminables noches buscándole por las calles cuando se escapaba de casa. Tuve que familiarizarme con el mundo de los hospitales psiquiátricos. Aprendí el lenguaje de los locos para poder mantener el diálogo con ellos, y aprendí labelleza intrínseca de su lenguaje. Me di cuenta también de que lo que nosotros llamamos “normal” es en realidad  una jaula que nos limita. Descubrí la belleza de la alteridad. Tuve que abrirme a muchas cosas nuevas. Gracias a él descubrí laamistad de los sin techo, y a veces voy a dormir con ellos. Descubrí que se puede vivir con muy poco y ser muy feliz. He hecho noche en los barrios pobres de Delhi, Bombay, Nairobi, Yakarta, en Aubervilliers, muy cerca de aquí, de París, y en la jungla de Calais. Y todo esto me ha enseñado una cosa, que debo compartir con vosotros hoy: que tras todos estos años de crecimiento económico, eldesafíode la economía, el desafío de la globalización, es la justicia social. Sin justicia social no hay futuro para la economía.Nosotros, los ricos, losprivilegiados, podemos levantar muros cada vez más altos, como Arabia Saudí en la frontera con Yemen, Estados Unidos con México, como se está haciendo también alrededor de Europa. Pero nada detendrá a quienes tienen la necesidad de compartir con nosotros. Además no puede haber justicia climática sin justicia social; es el único camino sostenible.¿Y por qué os estoy diciendo todo esto? Porque hoy os graduáis. Os enfrentáis al futuro y me gustaría felicitarosa cada uno de vosotros. Al mismo tiempo, tenéis en estos momentos un instrumento muy poderoso en vuestras manos. Y la cuestión es: ¿qué vais a hacer con él? Porque os vais a dedicar a las finanzas, al marketing, a la abogacía, a la acción social, al liderazgo de los negocios, pero ¿cómo vais a manejar vuestroliderazgoen esta áreas?Porque de una cosa estoy seguro después de 25 años de experiencia: se os ha dicho que hay una mano invisible, pero no la hay. O quizá hay una, pero os puedo decir que tiene másdiscapacidadque la que tenía mi hermano. La mano invisible está rota.Así que solo están vuestras manos, mis manos, todas nuestras manos para cambiar las cosas, para mejorarlas. Y vosotros tenéis mucho para mejorarlas. Tendréis que superartres grandes enfermedades, que llegarán, con facilidad, a la posición que vais a adquirir tras vuestra graduación, amigos míos:el poder, el dinero y la gloriaDe lagloria, olvidaos. Es solo una carrera sin fin que no conduce a ninguna parte. Las listas de famosos están para que la gente busque su nombre, pero a nadie le interesan.En cuanto aldinero: cuando estaba en banca de inversión, conocí a tanta gente, y continúo haciéndolo, que son prisioneros del dinero que ganan. Nunca seáis esclavos del dinero. Sed libres. Sea lo que sea en lo que lo ganéis o lo que hagáis con él. Sed libres.En cuanto alpoder, mirad a vuestro alrededor. Veréis a mucha gente que tiene poder y que no hace nada más que conservar ese poder, asegurarse de tenerlo un día más. El poder solo tiene sentido si vuestro liderazgo es un liderazgo de servicio a los demás, y si encontráis la forma de que sirva a ese propósito. Ese objetivo es el que os hará ser quienes realmente sois. Lo mejor de vosotros no sois vosotros quienes lo conocéis.Así que tengo una pregunta, que me gustaría dejaros como reflexión a cada uno de vosotros:¿quién es vuestro hermano?¿Quién es ese hermano menor, ese hermano menor que vive en cada uno de vosotros, que os conoce mejor que vosotros mismos, que os ama más de lo que os amáis vosotros a vosotros mismos? Es esavocecitala que os dice que sois más grandes de lo que pensáis que sois. ¿Quiénes son? Ellos os traerán esa voz, esa música interior, esa melodía que es verdaderamente vuestra, una melodía única que cambiará la sinfonía del mundo a vuestro alrededor. Mucho o poco, pero lo hará. El mundo lo necesita y vosotros lo merecéis.Así que encontrad a vuestrohermano menor, encontrad a vuestra hermana menor, y cuando los encontréis, saludadles de mi parte: somos amigos. Que os vaya bien”.
Fuentes: http://cincodias.com/cincodias/2016/07/20/sentidos/1469039240_078185.html
https://medium.com/@dominiquebel/without-social-justice-there-is-no-future-for-the-economy-b87537166e89#.oeeqr0i7y