Lapeña justificaba su afirmación diciendo que, en algunos momentos del partido, se había visto incapaz de entender algunos gestos de sus jugadoras y que, en otras, les había demandado algunos esfuerzos que no estén preparadas para realizar. El míster estaba haciendo referencia a la impotencia que había sufrido al no poder poner en práctica una habilidad necesaria en todo líder: la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es un concepto acuñado por Daniel Goleman quien la define como una forma de interactuar con el mundo en el que los sentimientos y las emociones juegan un papel primordial. Esta inteligencia engloba habilidades como el autocontrol, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la confianza, la perseverancia, agilidad mental… Se trata de saber gestionar las emociones de tal manera que se pongan al servicio de los acontecimientos, evitando que éstas provoquen una conducta desenfrenada.
El conocimiento de los procesos cognitivos que atraviesan las jugadoras de un equipo de baloncesto en la pista posibilita a un entrenador ofrecer recursos de ayuda, ya que será capaz de influir y manipular, dando con las palabras adecuadas, sus pensamientos. Se trata de ser capaz de identificar las emociones de los demás y ofrecer una respuesta que la corresponda. El deportista refleja a través de sus emociones y sus sentimientos de euforia, frustración, impotencia, agresividad, desidia… los esfuerzos que está dispuesto a realizar por lograr el objetivo que se propone. Es misión del entrenador lograr que el objetivo personal vaya en consonancia con el proyecto común del equipo y compartido por todos los integrantes de la plantilla. Encontrar el punto de equilibrio entre ambición personal y colectiva para conseguir que el proyecto común no desaparezca.
Victor Lapeña sabe que no cuenta con la mejor plantilla de la historia del conjunto salmantino pero sí sabe que sin tener grandes plantillas es posible lograr grandes resultados e incluso ganar campeonatos. Para lograrlo el entrenador debe tener la personalidad y la capacidad para convencer a sus jugadoras de que es posible lograr el triunfo. Estas dos cualidades del líder unido a su capacidad comunicativa con sus pupilas parí lograr entenderse y desempeñar mejor su trabajo en aras de compartir y aunar esfuerzos en el proyecto común que comparten.
FUENTES CONSULTADAS
EDUARDO PUNSET "Adaptarse a la marea" Destino. 2012
DANIEL GOLEMAN "Inteligencia Emocional" Kairós. 1996
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