Uno de mis platos favoritos desde chiquitilla son las empanadillas de atún. Me encantan! Nunca me había atrevido a hacer la masa de empanadillas casera antes, la verdad. Es algo que siempre me ha dado respeto, ya que mi madre siempre me había dicho que era complicadísimo y no merecía la pena… y bueno, las de La Cocinera dan el pego! Pero lo cierto es que hoy tenía antojo de empanadillas de las buenas y la masa de empanadillas La Cocinera no es algo fácil de encontrar en Londres… así que me he puesto a buscar una receta que fuera sencilla. Lo casero siempre es mejor!! Y bueno, ha sido sencillísimo!! Muy muy fácil de hacer y con muy buenos resultados!
Se pueden hacer tanto fritas como al horno, pero mi horno no quería cooperar (en mi horno el calor no es muy homogéneo, así que es un poco rollo)… Si tenéis un horno normal se hacen perfectamente y quedan muy ricas y mucho más ligeras, pero esta misma masa os sirve para las dos preparaciones.
Espero que os animéis a hacerlo y me digáis como han quedado!!
Receta
Para la masa
350 de harina
150gr de aceite de oliva (es más o menos como un vaso pequeño, pero es mejor que lo midáis)
75gr de agua
75gr de vino blanco
Una pizca de sal
Para el relleno
2 latas de atún en aceite de la mejor calidad que podáis. (3 si son de esas pequeñitas que vienen en pack)
2 huevos duros
20 aceitunas rellenas de anchoa
2 pimientos del piquillo de lata (yo he puesto sólo dos, porque a mi parte contratante no le gusta mucho el pimiento, pero podéis poner más!)
4 cucharadas de salsa de tomate (si es casera mejor!)
En un cazo poned a hervir el agua, con el vino blanco y el aceite. Cuando empiece a hervir, sacadlo del fuego y volcad toda la harina de golpe en el cazo, removiendo con una cuchara de palo hasta que esté bien integrado y dejadlo reposar durante media hora en un bol.
Estiráis la masa bien, (yo lo hice encima de papel de horno, para que me resultara más fácil manipularlas una vez cortadas). Cuanto más fina, mejor queda, pero también más difícil que no se os rompan al rellenar o en la sartén. Un par de milímetros debería estar bien
Poned una cucharadita de relleno en cada oblea y cerrarlas con un tenedor. Luego ya sólo queda freirlas en aceite bien caliente (que burbujee bien cuando las pongáis, podéis probar con un trozo de masa que sobre antes) o bien hornearlas
Quedan riquísimas y aguantan muy bien hasta el día siguiente
Que disfrutéis!