La receta original era con jamón en vez de queso. Yo la he hecho a los tres quesos, para variar un poco y porque el queso me encanta aún más que la patata. Y he puesto además un taquito de queso en medio para que cuando mordamos el emparedado salga todo el queso derretido ;)
Como veis en el corte, este sanwich no lleva pan, es patata, así que nos viene genial para acompañar nuestros platos de una manera completamente diferente y riquísima.
Pero como os podéis imaginar, esta receta se puede hacer con lo que más os guste, con espinacas, con bacalao, con pimientos...con lo que queráis porque la patata es muy agradecida y se junta muy bien con cualquiera.
Mirar el queso....mmmmmm
Emparedados de patata con queso (10 unidades)
Ingredientes
4 patatas grandes (bien grandes)
1 cebolla
25 gr de mantequilla
50 ml de leche
50 gr de queso rallado
20 gr de queso azul
20 gr de queso chedar naranja
2 huevos
Harina
Nuez moscada
Pimienta negra molida
Sal
Aceite para freír.
Lo primero que tenemos que hacer es cocer nuestras patatas, pero sin que lleguen a estar blandas del todo. Yo las puse en agua fría a fuego fuerte y las deje 40 minutos, como era muy muy grandes, no se me cocieron del todo por dentro, así luego nos resulta más fácil cortarlas.
Pelamos las patatas y cortamos rodajas de medio centímetro de grosor. Las cuadramos cortando los bordes, y reservamos tanto los bordes como los "culos" de las patatas.
Cuando estén todas las láminas cuadradas y montadas, nos ponemos con el relleno.
Rehogamos en una sartén la cebolla, cuando esté transparente añadimos los restos de las patatas y rehogamos, añadimos sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Cuando la patata esté más blandita añadimos la mantequilla, y cuando se haya deshecho, añadimos la leche.
Hacemos el puré con un pasa puré y aún en caliente añadimos el queso rallado y el queso azul.
Empezamos a montar nuestros sanwiches, rodaja de patata, un poco de relleno de puré, un taquito de queso chedar naranja, un poco más de relleno de puré, y otra rodaja de patata.
Pasamos por harina, luego por huevo y a freír a fuego fuerte. Si se os despega la rodaja de patata, os mojáis los dedos con agua y dais por encima del relleno, luego ponéis la rodaja de patata y listo.
Las sacáis del aceite cuando estén bien doraditas, y las dejáis reposar en papel de cocina para que así se quite el exceso de aceite. Y listo para comer.