La historia es sobre este niño Tom que es un embustero y tramposo de lo peor y siempre busca la forma de librarse de sus obligaciones y de ver formas para que algo lo beneficie por completo, sin importar lo incorrecto que sea.Abandoné el libro cuando iba en algo de que estaba en la iglesia y estafa a sus compañeros para que le intercambien unas tarjetas (¿o fichas?) para ganar algo (¿una biblia?), algo así. Ni ganas tengo de intentar recordar los detalles. Porque a pesar de ser considerado un libro infantil la narrativa se me hizo al instante muy tediosa y pesada. Las situaciones algo absurdas y los personajes poco creíbles. ¿De verdad así eran los niños antes? Si es así me alegra haber nacido en esta era jaja.
Supongo que se debe a la época en la que se desarrolla y en la que fue escrito el libro (1882) pero no me atrapó nada de nada. Prefiero quedarme con otros libros clásicos que intentar retomar esta lectura. Dudo mucho hacerlo al menos en varios años (décadas, muy seguramente). Así que pobre de mi libro, estará empolvándose un buen tiempo en el librero.