Revista Cine

Empezó el año, ¿Cuándo llega House of Cards? ¿Ya llega?

Publicado el 03 enero 2014 por Proyectorf @Proyectorfant

El 14 de febrero se vendrá la segunda temporada completa de House of Cards y para motivarnos, hace un par de días nos dejaron un teaser que nos deja más expectantes todavía.

Uno de los cambios que trae Netflix a la industria del entretenimiento no es simplemente el hecho de presentar la serie enteramente online, sino la posibilidad de tener todos los capítulos al mismo tiempo, para que el espectador elija verlos cuando se le cante. Esto que demuestra que la industria televisiva se sabe adaptar totalmente a los tiempos de ansiedad del espectador actual. Algunos extrañarán los intervalos y los cliffhangers de una o dos semanas, pero la realidad es que esto no se condice con las posibilidades que disponemos, sobre todo porque las series ya funcionan como películas a nivel producción y el hecho de dejar enganchado al espectador no tiene demasiado sentido para Netflix, que vende su servicio de forma mensual y no está atado a la publicidad.

Bah, es una forma de decir. House of Cards está lleno de aparatos Apple, pero no vamos a empezar a discutir pequeñeces.

Intimida con la mirada

Intimida con la mirada

Dejemos de lado la charla referida a la industria y los novedosos cambios de exposición, lo más importante siempre queda para el final ¿Por qué estamos ansiosos por el regreso de Kevin Spacey y su sombría manipulación? ¿Por qué hay tantas expectativas por esta serie? Bueno, todos de alguna forma u otra estamos interesados por lo que sucede en el mundo de la política, no tiene sentido que lo neguemos. Un mundo atractivo de intereses espurios, tan individuales como generales, lobbies, estrategias y deseos de escalar.

Brave old world

Eso es todo lo que tiene House of Cards y más. Todo lo que atraviesa el universo político se encuentra retratado de una forma perspicaz y el juego con el imaginario popular general de lo que la política significa es casi pornográfico. El maquiavelismo a la orden del día, la cocina de las operaciones políticas, las presiones de los lobbies, las traiciones y las negociaciones. En medio de todo eso, un gran elenco comandado por Kevin Spacey que interpreta a Francis Underwood y en plan de narrador protagonista, nos cuenta sus manejos, su forma de manipulación general y sus intenciones de comerse todo el poder de Washington de un bocado, siendo uno de los principales asesores del presidente Garrett Walker, papel llevado a cabo por Michael Gill.

Pero no solamente se trata de negociaciones políticas en leyes e internas con sus representados, el lobby de las empresas se encuentra bien retratado con Sancorp y su publicista Remy Danton (Mahershala Ali), la ironía de las relaciones carnales con el periodismo, la pelea con los sindicatos con Marty Spinella (Al Sapienza), el deseo de posicionar candidatos y la necesidad de montar una vida intachable para mantenerse en carrera, lo lleva a Peter Russo (Corey Stoll) a una lucha consigo mismo, la opinión pública y su pueblo natal. Ni siquiera los arreglos de parejas por conveniencia se ven excluidos, Claire Underwood (Robin Wright) expone muy bien sus intereses y su frialdad quirúrgica en todo este juego.

Acá está inevitable parte que comparamos House of Cards con el ajedrez

Como un juego de ajedrez, cada personaje parece ser una pieza útil para Francis Underwood con el fin de acercarse al rey. House of Cards juega con nuestras expectativas creadas sobre el mundo de la política y hace un retrato fiel sobre ese maquiavélico mundo, donde se negocia la influencia y el poder se maneja a tres caras, la pública, la personal y la verdadera. El que gane es el que no deje caer ninguna de ellas.

Este trailer nos hizo recordar todo esto y esperar con ansias al 14 de febrero. Si los premios alguna vez sirvieron para algo, sepan que en House of Cards se encuentran totalmente justificados.


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