Empleos del futuro

Por Esther


Los chinos consideran que las crisis son el principio de una gran oportunidad. La tasa de paro española (20%) nos sitúa a la cabeza de Europa (en algo teníamos que ser los primeros) pero hay algunos, economistas y escritores varios, que consideran que existen aún muchos nichos por cubrir en el mercado laboral y que es cuestión de creatividad y talento.

Lo que a grandes rasgos se viene a predicar es que los títulos académicos, aunque necesarios, ya no garantizan nada. En esta época de catástrofe económica, son los emprendedores los que buscan (y encuentran) su sitio. La formación se siente así amenazada por la creatividad y la imaginación, la actitud ganadora, el talento y la especialización en ciertas ramas del conocimiento. Parece que la idea de trabajo para toda la vida ha quedado obsoleta y ahora se habla de flexibilidad e innovación. Los trabajos del futuro estarán relacionados con el medio ambiente y el desarrollo sostenible, la salud, el cuidado de ancianos y la gestión de redes y nuevas tecnologías.

Los profesionales más demandados serán los ingenieros industriales, de telecomunicaciones, de caminos, de montes y agrónomos, los titulados en energías renovables, mecánica, electricidad, electrónica, fabricantes de equipos… Incluso adquirirán gran auge las denominadas profesiones híbridas (combinación de varios perfiles), como por ejemplo, el periodista-diseñador gráfico. Algunos de los trabajos de nuevo cuño son el community manager, profesional que gestiona comunidades virtuales y protege la reputación online de cierta marca; broker del talento, responsable de administrar y vender las capacidades de los trabajadores; reciclador ambiental, encargados de la reconversión de residuos tóxicos en materias primas; nanomédico, médico con formación en nanotecnología… La lista es inmensa y en ella también encontramos cirujanos de aumento de memoria, tecnoagricultores, diseñador de videojuegos, holografistas, especialistas en reversión del cambio climático, abogado virtual, inversor de tiempo o gestores personales de marca, entre otros. Es cuestión de adaptación a los cambios, de comprender que las reglas del dinero y del mercado laboral están en plena metamorfosis y que tenemos que optar entre el reciclaje y la exclusión.

El espíritu emprendedor es el caballo ganador pero no creo que se deba infravalorar la cualificación y hasta incluso la sobrecualificación profesional de todos los que estamos continuamente formándonos porque es la idea de esfuerzo y preparación académica la que nos conduce a ser un poco menos ignorantes y a estar un poco más preparados. Somos los que soñamos con un futuro sacrificando el presente.