El concepto general de diseño de Employer Branding, huye de construcciones simples publicitarias donde el esfuerzo se sustenta única y exclusivamente en la réplica de una apariencia o en la recreación de un supuesto interés por crear un ambiente semi festivo constante, reforzado con la intención de satisfacer necesidades simples con efectos de impacto. Ninguna de estas opciones de direccionalidad, elegidas en primera instancia, por quienes se siente atraídos por los beneficios implícitos en esta estrategia, no garantiza, en modo alguno, la obtención de retorno en la inversión estimando este tipo de implementación.
Responsabilidad Social Corporativa
- La secuencia de desarrollo, ideado en la dirección equivocada, implica, en primera instancia, la dificultad de sostener el argumento de Responsabilidad Social Corporativa en comparación a la acción real que se ejecuta y la devolución negativa por esta circunstancia, es inevitable en todos los puntos de encuentro.
- En la transmisión del contenido, si este no logra ser proyectado en las línea que dibujan las acciones estimadas como procedimientos, políticas, herramientas y recursos no logrará traspasar los límites que impone la rígida Imagen Corporativa, desatendiendo la necesidad de compromiso asumido y cumplido que está siendo requerido para levantar la Responsabilidad Social Corporativa que precisa el diseño de Imagen de Employer Branding.
Embajadores de Marca
- Un empleado premiado, puede sostener un estado de satisfacción por un espacio relativamente corto pero, nunca podrá acumular fidelización más allá de que su desarrollo personal, la coherencia entre lo que ha de decir y lo que ha de hacer se sostenga en el tiempo y se le permita generar pertenencia participando del proceso de colaboración que necesita de su talento, creatividad y sello de diferencia.
- Una visión que no contenga la percepción del empleado como el poseedor de la clave que aportará el recurso de innovación necesaria para dar soluciones satisfactorias a tiempo real, no resulta efectivo.