No es un secreto que la pandemia nos obligó a todos a ponernos al día en nuestra apropiación de la tecnología para el estudio y el trabajo. La adaptación al mundo del todo virtual ha representado un desafío, pero es un tema particularmente complejo para las personas que tienen algún tipo de discapacidad, una población que ya en el 2006 ascendía a370 mil personas en Panamá, de acuerdo a la Primera Encuesta Nacional de Discapacidad realizada en el 2006 por la Secretaría Nacional de Discapacidad (Senadis)[1].
Brindar una oportunidad para continuar con su educación o prepararse para el mercado laboral es vital para una población que ya experimenta barreras enormes para aprovechar sus habilidades. Pero las personas con discapacidad suelen tener un acceso muy limitado a la educación ante la carencia de un modelo educativo inclusivo y accesible que les permita aprender a su estilo y a su ritmo. El estudio de Senadis indica que cerca de la mitad de los hogares que albergan a una persona con discapacidad suelen tener una condición económica precaria. y la discapacidad suele dejar a las familias atrapadas en circunstancias precarias. De acuerdo con elATLAS de Desarrollo Humano Local: Panamá 2015, los hogares que tienen personas con alguna discapacidad alcanzaron un Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) de 19.3%, en comparación con 13.9% de los hogares sin ninguna discapacidad[2]
En contraste, cuando una persona con discapacidad es empleada, no sólo se empodera y puede aprovechar sus propios talentos y su potencial, sino que muchas veces se convierte en el único ingreso formal de su familia y despeja el camino para que sus cuidadores también puedan formarse y emplearse. Una persona con discapacidad que estudia y trabaja representa un éxito para la sociedad y suele ser un factor de mejora de la calidad de vida para su entorno cercano.
TECNOLOGIA AL SERVICIO DE LA INCLUSION:
Además de los retos que ya venía enfrentando este sector de la población, la pandemia de Covid-19, y las restricciones impuestas a las actividades presenciales ha representado un retroceso en sus posibilidades de estudio y trabajo.El distanciamiento social obligó al mundo a volcarse al trabajo remoto, algo para lo cual la mayoría de las personas con discapacidad intelectual y sin ella, no estaba lista.Por esta razón, para no dejar a nadie atrás de las oportunidades, Microsoft se alió con la Fundación Best Buddies de Panamá para generar capacidades fundacionales en tecnología y herramientas de productividad a los jóvenes con discapacidad intelectual de la Fundación.
Durante tres sesiones de una hora y media cada uno, los jóvenes adquirieron habilidades para el trabajo y el estudio remotos, conocimientos básicos para el uso de herramientas tecnológicas y habilidades fundacionales de ofimática que les serán útiles para sus actividades laborales y académicas.Los jóvenes de la fundación fueron capacitados a través de la plataforma deMicrosoft Teams, una herramienta que les permite la colaboración remota, la co-creación, las videoconferencias y el chat de manera segura, en las funcionalidades esenciales de Teams, Windows, Outlook y calendario, Word y PowerPoint. Adicionalmente, las sesiones hicieron énfasis en lasinnovaciones derivadas de la Inteligencia Artificial -como el reconocimiento de voz y de imagen- o las funcionalidades de lectura inmersiva, que generan opciones o características de accesibilidad para aumentar las oportunidades productivas para personas con discapacidad.
Milenne Martin, Gerente General de Microsoft Panamá, junto con un equipo de profesionales de la oficina local, lideraron este proyecto. "La diversidad y la inclusión son un pilar fundamental en nuestro trabajo del día a día porque creemos que la tecnología debe integrar a todas las personas, a todas las perspectivas y servir a cada persona del mundo a potenciar sus habilidades. Empoderar a los jóvenes de Best Buddies nos enseña y enriquece como compañía. Esta iniciativa va más allá de capacitar a los jóvenes para el mercado laboral y facilitarles herramientas para continuar sus estudios; ayuda a que la sociedad entera aproveche las enormes habilidades y el potencial que nos brinda incluir este talento".
El trabajo que se inició con estos grupos se mantendrá a través de voluntarios de Microsoft mediante tutorías con los “amigos del alma” hasta que se familiaricen y dominen las habilidades tecnológicas que les permitan desarrollar todo su potencial.
“Para nosotros en Best Buddies fue una gran oportunidad aliarnos con Microsoft para poder brindarle a los jóvenes nuevos conocimientos y capacidades que les ayuden a crear nuevas oportunidades. La tecnología sin duda los ayudará a superar los retos del presente y con estas nuevas habilidades podrán afrontar un futuro con más opciones”afirmó Aileth Vásquez, profesora de la Fundación Best Buddies Panamá.
Ida Ayala, estudiante de la fundación de Best Buddies en Panamá señaló su agradecimiento por las habilidades que la ayudarán a asimilarse al mercado Laboral “La capacitación de Microsoft me gustó mucho. Aprendí como utilizar todas las herramientas, configuraciones y muchas cosas más que serán de gran ayuda en mi entorno laboral”.