Hoy he vuelto a tener una reunión con un grupo de desempleados que están animadísimos a emprender sus propios negocios y, como no podía ser de otra forma, un sentimiento de preocupación y miedo me ha entrado.
Y es que cuando se leen en los periódicos o revistas, o se ven en las televisiones o se oyen por la radio entrevistas a emprendedores de éxito, la cosa parece que es fácil; y lo que me gustaría saber es si quien lo oye es consciente del porcentaje de emprendedores de éxito que hay del total de los que lo han intentado.
Desvirtualizar y ver la experiencia de un emprendedor con éxito es algo que ‘fascina’ y, lo peor es que engancha. Anima a aquellos que quieren emprender su andadura empresarial, bien por vocación bien porque por desgracia la situación de desempleo les obliga a tomar esa decisión.
Pero por desgracia, mi papel siempre tiene un sabor agridulce cuando doy una charla a emprendedores.
Nunca he desanimado a un emprendedor en mi vida, pero si que siempre he sido realista (o lo he intentado) con ellos.
Hoy había 15 futuros emprendedores con caras, con vidas propias, con situaciones personales, con necesidades,…, alguno incluso me contaba en los descansos cual era su situación familiar.
Solo pensar que 13 de esos 15 emprendedores van a fracasar en el primer año o año y medio de vida de su negocio, te hace sentir por dentro un sentimiento de desasosiego y tristeza. Ver que estás hablando con un hombre de 45 años, con dos hijos en edad de estudiar, hipoteca y que se le ha acabado la prestación de desempleo y que, con toda probabilidad en menos de dos años se verá endeudado por un proyecto empresarial que le salió mal, empeorando incluso si cabe su situación actual, te hace pensar si sería buena cosa convencerle de que no se lance a la aventura.
Nunca he hecho esto, me limito a intentar que si se han decidido, no cometan los errores que les encaminen de forma directa al fracaso profesional y, en muchos casos personal o familiar. Ya he visto divorcios por culpa de negocios fallidos de emprendedores y padres y madres con sus viviendas embargadas por avalar el proyecto de sus hijos.
Pero luego me paro a pensar las declaraciones de los políticos. En plena campaña electoral, tanto el candidato del PP como del PSOE hicieron hincapié en la necesidad de que los emprendedores sacaran al país de la crisis. El otro día, la presidenta de la Comunidad de Madrid se le llenaba la boca con la gran importancia de la cultura emprendedora como forma de salir de la crisis. Y mi pregunta es doble:
¿Se han planteado en algún momento estos que predican con que todos debemos de emprender el dejar sus sillas calientes y riñón forrado, con sueldo pagado por todos y emprender su negocio,eso si, sin tener que recurrir a los amiguetes que han creado desde sus cargos públicos?
Tanto que hablan de emprendedores, ¿por qué no vienen a un curso y miran a la cara y se enteran de las circunstancias personales de 15 potenciales emprendedores que en menos de 2 años estarán muy probablemente peor que ahora y a ver si luego tienen el valor a llenárseles la boca recomendando el que se debe de emprender?
No quiero desanimar a nadie, solo quiero dejaros aquí el link que ya puse en este blog, 5 Características propias de la mente emprendedora, para que hagáis un ejercicio de autoconocimiento si estáis pensando en emprender.
Solo os pido una cosa, si vais a emprender vuestro negocio, os animo, analizar previamente todo, pros y contras, y sobre todo, no os dejéis embaucar por cantos de sirenas y por aquellos que nunca han mirado a la cara a un potencial emprendedor y ver como su vida personal puede ir a peor. Hablan y hablan de autónomos y emprendedores, pero ellos nunca lo han sido ni lo serán, ni se les pasa por a cabeza, además de importarles tres pimientos los emprendedores que fracasen.
Os dejo una infografía sobre la cultura emprendedora para animaros.