“Emprender y Ciencias: ¿una buena combinación?”

Por Seniorbi
“Emprender y Ciencias: ¿una buena combinación?” era el tema de un foro de los alumni de ciencias de la Universidad Católica de Lovaina – K.U. Leuven que ha tenido lugar en octubre del año pasado. A continuación damos algunos extractos del resumen del foro, publicado en neerlandés en la newsletter de los alumni.
Jos B. Peeters, doctor en física y presidente de Science@Leuven, la agrupación de los antiguos estudiantes de ciencias, pronunció la conferencia inaugural: “El científico emprendedor: ¿determinado genéticamente o por aprendizaje?”
Jos B. Peeters ve a los gestores y a los emprendedores como polos opuestos. Los gestores organizan para un rendimiento óptimo de sistemas existentes y familiares, y no tienen tendencia de tomar riesgos. Los gestores son “school smart”, que han aprendido su oficio como MBA. Por lo contrario, los emprendedores son “street smart”. Aprenden cayéndose y levantándose, a ser su propio dueño y a experimentar la libertad de tomar riesgos. Parecida es la similitud entre el emprendedor y el científico: igual que el científico, el emprendedor no tiene miedo a lo desconocido y a lo cambiante, ve oportunidades donde alguien con una formación económica quizás ve amenazas. Esta manera de ver, libre y sin miedo, es la base para la innovación. Emprendedores, igual que los científicos, tienen que saber destilar la señal entre una gran cantidad de datos, y deben ser capaces de pensar “out of the box”. Problemas que parecen insolubles para alguien que piensa dentro de las líneas, son como una ecuación diferencial para la que no existe una solución. Quizás hay que adaptar las condiciones limitantes y entonces sí la hay. Esta forma de pensar es familiar a los científicos y encaja con lo que hacen los emprendedores.
 Castillo de Arenberg, sede de la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Universidad KU Leuven
¿Hay algo como el gen del emprendedor?, se pregunta Jos B. Peeters, y dice que quizás el saber pensar de forma innovadora forma parte de la personalidad de una persona, pero es posible desarrollar y estimular las habilidades del emprendedor. Los fracasos forman parte de ello – que también es algo que les suena a los científicos– y son sobre todo una razón para hacer un nuevo intento con parámetros revisados. Un factor importante es quizás la percepción del emprendimiento como una ocupación “sospechosa”. Lo mismo que un emprendedor debe poder aceptar los fracasos, la sociedad debe poder aceptar los éxitos. Una de las mesas redondas trataba sobre el tema: “¿Cómo se capitaliza la investigación científica para crear una empresa?”. Como miembros del panel participaban el doctor Wim Bouwen (Atlas Copco Airpower), el doctor Lou Hermans (CMOSIS en HMC) y el profesor doctor Joris Winderickx (Departamento de Biología de ReMynd). Este es el resumen:
Un modelo simple de la progresión de una idea innovadora al marketing pasa por tres fases: (1) en primer lugar hay una aclaración del problema/situación, (2) después hay una fase de generación de ideas y de brainstorming, (3) a continuación el desarrollo de una idea hasta un producto, (4) y finalmente la implementación como producto innovador. Los científicos son muy buenos en particular en las fases 1 y 2. Hay poca gente que destaca en las 4 fases, y esto hay que tenerlo en cuenta cuando formas un equipo de emprendedores. ¿Debe la investigación adaptarse a las necesidades del emprendimiento? ¿Hay demasiada investigación fundamental y poca investigación aplicada? ¿No es así que la investigación en colaboración con la industria es limitante? Según los miembros del panel, la contestación a todas estas preguntas es: no. La industria es un socio que da oportunidades a la investigación fundamental. La investigación básica es en realidad pionera de la innovación, aunque no se puede predecir dónde se generará la innovación. La investigación no dirigida es la base, pero los investigadores deben mantener el contacto con las posibles aplicaciones. En épocas de crisis puede existir la tendencia para ahorrar en la investigación básica, pero esto es una estrategia errónea que hipoteca el bienestar futuro. Sí es importante que los investigadores estén alertas para las oportunidades y que busquen eventualmente contactos con la industria.
Los miembros del panel dan algunos consejos a futuros emprendedores. No siendo gestores se crea a veces un lazo emocional con la empresa. Sin embargo a veces es mejor distanciarse cuando la empresa se encuentra en la fase de implementación y que las competencias del científico son menos útiles. Como investigador puedes entonces empezar de nuevo con una idea nueva. En todo caso debe seguir siendo divertido, y debe seguir creyendo en ello. El panel daba también algunos ejemplos de organizaciones de apoyo en Lovaina. El panel considera que es de gran importancia disponer de un portafolio importante de patentes – aunque muchas veces parece que no es tanto la cantidad que importa sino las patentes exactas. Pero para el éxito hay otros factores por lo menos tan importantes, tales como un buen conocimiento del mercado, un enfoque fuerte (elegir un nicho y saber muy bien lo que NO vas a hacer). Pequeñas empresas trabajan al borde del precipicio – porque es el único sitio donde te puedes afrontar a los grandes. Como lo expresa uno de los miembros del panel: es cuestión de desplazar el precipicio más rápidamente que la velocidad a la que andas.
Karel Van Eetvelt, consejero delegado de UNIZO, la asociación de emprendedores independientes, hace una conclusión resumida de los debates. Cita otro debate del foro en el que se había discutido sobre el estímulo del emprendimiento en la enseñanza. Los miembros opinaban que en la enseñanza se insiste demasiado en aprender a escuchar de forma pasiva, a ser formales, y que se debería estimular más el emprendimiento desde esta fase. Parece que ya hay algunos avances en este sentido.