Y es que cada vez más se observa el emprendimiento como una de las vías que atajarían la problemática del desempleo juvenil, una visión que no sólo tienen las instituciones de nuestro entorno inmediato (recordamos la recientemente aparecida Ley de emprendimiento del Gobierno de España), sino que compartimos con otros países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Pero para que esta vía tenga éxito, debe promoverse la iniciativa emprendedora rodeada de una serie de medidas que favorezcan la asunción de riesgos por parte de la población más joven, una opinión que desde NSF compartimos atendiendo a nuestra experiencia en programas como NOLA.
Inspirados en este país EY propone las siguientes 10 recomendaciones:
- Crear mecanismos de financiación, gestionados y/o respaldados por los gobiernos ya sea dirigida por el gobierno o el gobierno respaldado, que hagan del mentoring y la educación financiera una condición para dicha financiación.
- Establecer relaciones fuertes, y ofrecer incentivos, con inversores de riesgo, incubadoras y business angels para desarrollar o crear iniciativas que permitan a las fuentes alternativas de capital para los emprendedores.
- Patrocinar el crecimiento de las start ups con financiación a bajo coste para colectivos específicos.
- Crear una nueva clase de préstamos para las pequeñas empresas y las empresas de jóvenes emprendedores que ofrezcan financiación específica para cubrir las necesidades de expansión de capital.
- Fomentar la inversión en la creación de empresas, ofreciendo beneficios fiscales.
- Atraer talento internacional, facilitando las condiciones para obtener un visado y ofrecer apoyo financiero.
- Simplificar y racionalizar la administración tributaria para aliviar las cargas administrativas para los jóvenes empresarios.
- Crear un discurso positivo alrededor de la iniciativa empresarial para ayudar a involucrar a los jóvenes desde una edad temprana.
- Alentar el establecimiento de Hubs, incubadoras, aceleradores y redes para atraer talento juntos.
- Crear las bases para que “florezca” un ecosistema emprendedor regional.
Otro de los elementos que parece ser clave en la activación del empleo, es el desarrollo de políticas públicas muy vinculadas a los contextos locales, y de las que Canadá también parece estar tomando buena nota. Recientemente la OCDE ha publicado un informe con el título “Employment and Skills Strategies in Canada”, en el que establece una serie de recomendaciones con las autoridades locales para activar el empleo. En palabras de la propia OCDE: “El nivel local puede desempeñar un papel fundamental en el diseño y desarrollo de estrategias que conectan los esfuerzos de empleo y desarrollo económico, teniendo en cuenta las variaciones del mercado laboral local”.
Estas dos claves aspiran a ser parte de la solución a la problemática del desempleo en diversas partes del planeta sin embargo los resultados por países difieren en sus impactos en en el mercado labora, lo que nos lleva a las siguientes preguntas ¿pueden no ser las soluciones a aplicar independientemente de la realidad socioeconómica del país? ¿o bien ambas lineas difieren en la implementación que se hace ellas? ¿qué podemos aprender del caso canadiense?.