Empresaria Espiritual, Espiritualidad… Ein? Cómor? Qué?

Por Mamá Golondrina Yolanda Fortes @MamaGolondrina

Y para terminar esta colección de artículos, en los que hemos hablado sobre " El desafío de trabajar en la actualidad (tienes todos los enlaces al final), os invito a reflexionar sobre el significado de espiritualidad " dentro de la empresa y como personas que somos.

Cuando hablamos de espiritualidad, inmediatamente se nos vienen a la cabeza imágenes de santos de todas religiones cuando, realmente, la espiritualidad nace de unir lo emocional con lo racional.

Venimos de una época en la que primaba trabajar para tener, para comprar y para lucir todo lo material conseguido a base de trabajos "estables" que parecían no tener fin. Ese ritmo de vida y actitud dejó de lado lo más importante: las personas y el bienestar de las mismas. Se dejó de fabricar para cubrir una necesidad y se pasó a inventar la necesidad y fabricar así productos sin sentido lógico.

Ahora, que la cosa ha cambiado de lo lindo, de un modo brusco y poco comprensible para la población, las empresas de nueva creación, las personas que emprenden sus proyectos, no se quedan con los dicho hasta ahora sino que buscan respuestas profundas. Ya no sirve eso de trabajar para pagar el alquiler o hipoteca sino que se busca como cubrir ese vacío emocional que nos ha dejado el consumismo y que no sabemos encajar en nuestras vidas, de ninguna manera posible.

Vincular la espiritualidad a la empresa es invitar a a todas las personas (emprendedoras, empresarias, estudiantes, gestoras de proyectos, etc...) a recuperar esos valores básicos e innatos del ser humano.. porque no somos robots, que creo que eso también lo hemos olvidado. Y como mujeres, tampoco somos lineales sino cíclicas. Y hasta para fabricar un buen vino, por mucho laboratorio que pisen, se han dado cuenta que hay que observar lunas y naturaleza.

Volvemos a lo de antes señoras. Tenemos que recuperar la esencia innata y natural aunque la tecnología forme ya parte de nuestro día a día.

Ser una empresaria espiritual, o emprendedora o trabajadora espiritual significa que eres una persona que hace todo lo posible para dar lo mejor de sí misma, sacar lo mejor de las personas que te rodean y poner todo de tu parte para que, lo que hagas, lo hagas bien, lo delegues, lo compartas o hagas participe a tu entorno de ello.

Para mi es muy importante destacar que, si te conoces de un modo profundo, si sacas lo mejor de ti, si buscas tu estabilidad emocional, interna y te cuidas por dentro (al igual que cuidas tu teléfono de última generación o tu tablet de 1000 euros) como si no tuvieses repuesto (porque no eres un robot, recuerdas? No vas al super o al taller y te compras la última pieza para insertar en tu memoria porque se ha colapsado de tan mal uso que le has dado), entonces, superarás cualquier bloqueo que, a parte de beneficiarte a ti, también beneficiará a tu entorno, a las personas que te rodean (empleados, compañeros de trabajo, hijos, pareja, familia, amigos...)

Reconozcamos entonces que ya es momento de:

.- Empezar a dejar atrás lo plural para volver a integrar lo que somos en lo que hacemos.

.- Empezar a ver que, la familia y la empresa son muy similares tanto en gestión como en emoción.

.- Reconocer que, si no sabemos gestionar conflictos personales, mal vamos gestionando conflictos laborales (y viceversa).

.- Asumir que las relaciones externas son un reflejo de nuestro interior, de cómo nos sentimos y de cómo nos tratamos.

Y posiblemente sigamos asociando la meditación a cabezas sin pelo, con túnica, en posturas incomprensibles... Pues no! La meditación es aprender a serenar la mente para escucharnos y no tiene por qué ser en lugares insospechados con posturas que nos deriven al fisioterapeuta. 😉

Se puede meditar, sí, desde ya... caminando, mientras te duchas...

.- Centra tu atención en tu respiración. Síguela.

.- Relaja tus manos. Centra tu atención en ella.

.- Estira los brazos a los lados y camina sintiendo su movimiento.

.- Centra tu atención en tus pensamientos. No te pares en ellos. Déjalos ir.

¿Te das cuenta que todo se resume en la "atención"?

Hemos olvidado escucharnos, prestarnos atención porque llevamos años escuchando a los demás y prestando atención a todo lo material que nos rodea.

Comparto contigo este vídeo que me encanta sobre Cómo meditar en 1 minuto.