Separar el vínculo de parentesco de las responsabilidades asignadas dentro de una empresa familiar es la recomendación básica para las personas que han iniciado su negocio, pero también un salvavidas si quieren en el largo plazo permanecer a las siguientes generaciones.
Jessica Pérez, doctora en economía y miembro del equipo coordinador de la maestría en Administración de Empresas y Dirección de Empresas, en la Universidad Centroamericana (UCA), explicó que al tomar en cuenta que el fuerte de las empresas en el país se concentra en capital administrado por familias, es necesario que den un salto y se conviertan en núcleos empresariales.
"A nivel internacional se conoce que solo una de cada tres empresas pasa a la segunda generación y Nicaragua no sería la excepción, motivo por el que es necesario que se consideren herramientas como el plan de sucesión, los protocolos de familia y la instalación del gobierno corporativo", manifestó Pérez.
Mónica Velásquez, gerente de la empresa de Sandalias Tosca, de León, sabe que los datos proporcionados por Pérez son más que ciertos y recuerda que desde muy pequeña fue aprendiendo lo necesario para un día ser una administradora responsable de la empresa que sus padres iniciaron.
"Actualmente estamos trabajando en nuestro plan de sucesión y la idea es poder llevar un paso a paso en este traslado generacional que la empresa experimenta y donde mis padres son muy importantes porque se trata de un patrimonio y una responsabilidad que debo de asumir con transparencia y con mucho amor para seguir adelante, creciendo", expresó Velásquez.
La actual gerente de Sandalias Tosca reconoce que no es tan fácil, que el camino toma su tiempo y se requiere de muchos valores para saber escuchar la experiencia de quienes levantan la empresa y así determinar las mejores decisiones, dejando a un lado los vínculos familiares.
Según la catedrática de la UCA, Jessica Pérez, es necesario que en ese tipo de negocios se fomenten canales de comunicación más efectivos y que con anterioridad se prepare esa segunda generación en quien podrá descansar la toma de decisiones de la empresa.
"Una vez que los padres identifican en quién podrán delegar confianza, ellos mismos deben de prepararlos de manera integral en los aspectos más vitales y transversales de la empresa, lo que significa total transparencia y es muy necesario que exista un organigrama del conocimiento de todos los trabajadores de tal forma que los mismos propietarios lo cumplan y le sea de respaldo a las nuevas personas que gozarán de un escaño en el mismo", explicó la doctora en economía.
Leonardo Centeno Caffarena, director del programa Empresas Familiares de la Universidad Nacional de Ingeniería, explica que en el país solo unas 130 empresas han escrito un plan de sucesión, el cual considera trascendental para sobrevivir en un mercado cada vez más exigente.
"Para asegurarse que una empresa familiar sobreviva ya no solo basta con ser más competitivo, innovador, diversificar oferta o la incorporación de tecnología en los sistemas para producir, sino que se requiere del llamado, plan de sucesión, que implica una serie de acciones a realizar para el traspaso de mando de una persona a otra que en la mayoría de casos son los hijos", expresó Centeno.
El representante de dicho programa sostiene que tras el asesoramiento que han brindado a pequeñas y medianas empresas, han observado que se presta poca atención al futuro de las mismas y en ocasiones se desconoce de los procedimientos legales para iniciar el traspaso de una generación a la otra.
Manuel Bermejo, especialista en empresa familiar del IE Business School, en Madrid, España explica que los retos centrales para la sucesión transgeneracional de una empresa familiar serían dos: "Disponer de un modelo de negocio que evolucione para adaptarse a los cambios del entorno y que garantice un crecimiento sostenido y rentable y asegurar la cohesión familiar en torno a un proyecto y valores compartidos", explica mediante comunicación electrónica.
"Para que esto ocurra es aconsejable que las empresas familiares apuesten por la cultura del mérito, planifiquen y creen un sistema de gobierno que asegure la atención a los temas de la agenda estratégica de negocio y familia", añade el catedrático del IE Business School.
Bermejo ha observado que las compañías de familia de éxito en el largo plazo, son organizaciones que gestionan sabiamente el binomio entre valores tradicionales (los que han permitido consolidar un proyecto empresarial) e innovación adaptativa, para alinear el proyecto empresarial a los continuos cambios del entorno.
"Vivimos en la sociedad del cambio. Un entorno muy dinámico, ultracompetitivo, fuertemente impactado por globalización y digitalización. En suma las teorías darwinistas aplican hoy en la gestión de empresas familiares y marcan la clave de la necesaria innovación", expresó el también catedrático.
Para la doctora en economía y catedrática en la Universidad Centroamericana, Jessica Pérez, cuando un propietario de empresa no cuenta con un familiar que esté interesado en asumir el control de la misma, recomienda la asociatividad con otras personas que muestren valores, dinamismo, compromiso y transparencia.
"Ello es válido cuando el promotor de una empresa no cuenta con su sucesor y requiere heredar en otra persona el mismo espíritu emprendedor y se realiza todo un proceso legal que respalda la decisión del fundador", explica Pérez.
José Miguel Benavente, jefe de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sostiene que para crecer se requiere de dos componentes: transpiración e inspiración.
"Existen dos formas de crecer económicamente hablando. Una es transpirando, lo que implica mucho ahorro, mucha inversión, mucha infraestructura, ampliar nuevas empresas, más empleo, independientemente del talento y la capacidad lograda a través de la educación", mencionó.
Y es ese segundo aspecto que falta que se desarrolle en América Latina y el Caribe, donde lo califica que está débil.
"Se han hecho esfuerzos importantes no solo en inversión de recursos sino también en mejorar la institucionalidad para gestionar la inspiración, con la creación de ministerios, consejos nacionales, agrupaciones empresariales, redes universitarias y científicas orientadas a la innovación", explica el especialista del BID en el blog de innovación de esa entidad.
Manuel Bermejo, especialista en empresa familiar del IE Business School en Madrid, España, explica que la mejor fortuna o inteligencia que hay en una empresa es contar siempre al frente con un líder emprendedor por generación: alguien visionario e innovador que asegure que la empresa avance y crezca, que aporte valor con su gestión. "Sin líderes emprendedores, las empresas se mueren. En paralelo es muy importante que las familias empresarias también se doten de líderes familiares que trabajen en aras de la cohesión familiar", añade.
Fuente http://www.laprensa.com.ni/2015/09/04/economia/1895416-empresas-familiares-a-dejar-los-vinculos
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