Le contaba que existen muchas situaciones típicas de empresa familiar. La convivencia en el día a día laboral de dos generaciones de la misma familia y los conflictos derivados, sería una de ellas. En estas situaciones, el profesional externo puede aportar una visión fresca, una perspectiva desde una cierta distancia emocional…
La respuesta de mi amiga me dejó sin palabras: “Vale, todo esto que me estás contando está muy bien si quisiéramos continuar la empresa, pero ni mis hermanos ni yo, queremos continuar la empresa”.
Esta conversación me hizo reflexionar sobre los conceptos más básicos de los modelos de empresa familiar. Recordé las primeras palabras que escuché del Sr. Tomás
“La diferencia entre una empresa familiar y una empresa mercantil integrada por familiares es su intención de continuidad. Si existe intención de continuidad podemos hablar de empresa familiar. Si no existe intención de continuidad hablaremos de una empresa mercantil, aunque esté integrada por familiares igualmente”.
Detrás de la contratación de un profesional externo a veces damos por sentado la intención de continuidad de la empresa familiar y esto no siempre es así. Por ello, cuando llegamos como profesionales no familiares a una empresa familiar, conviene aclarar en primer término la posición de la familia en cuanto a la continuidad de su empresa.
Las necesidades globales de la familia se enmarcarán en la satisfacción de sus miembros y la rentabilidad de la empresa, siendo diferentes las necesidades específicas en cada caso.
Si no existe intención de continuidad las necesidades específicas de la familia estarán orientadas al corto plazo, concentradas en asuntos mercantiles y con fecha de caducidad coincidente con el retiro de su fundador/a.
Si, por el contrario, existe intención de continuidad, las necesidades específicas de la familia estarán enfocadas al largo plazo, orientadas hacia la forma más correcta de estructurar la relación entre familia y empresa y prestarán una atención especial al relevo generacional, proceso siempre vivo en una empresa familiar.
A veces una idea tan básica como la intención de continuidad de una empresa familiar queda ensombrecida por una amplia literatura que ilustra teorías y modelos más complejos.
Por ello me parecía interesante volver sobre este concepto básico de empresa familiar, recordando así a nuestro querido y desaparecido Sr. Tomás, quien tenía la habilidad de comunicar la complejidad de la empresa familiar de un modo sencillo, claro y cercano.
Su continuidad está presente en nuestra memoria.
Autor Javier Macias
Fuente http://www.laempresafamiliar.com/comunidad/blogs/javier-macias/2010/07/04/intencion-de-continuidad/
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