Empresas que cometieron grandes errores de traducción

Por Mugen

Hace un tiempo publicamos un post acerca de la importancia del traductor durante los procesos de internacionalización y adaptación de las campañas publicitarias y, más adelante, recopilamos algunos de los grandes errores de traducción que terminaron por arruinar por completo una estrategia de lanzamiento. ¡Ni las compañías más grandes del mundo se libran de cometer fallos garrafales! Así que, como hoy nos apetece reírnos un poco, hemos decidido sumar a la lista anterior ocho nuevos errores de traducción de otras poderosas empresas.

  • La primera de la lista negra es una marca española (¡que en la publicación anterior se libraron!) que todos conocemos: MANGO. Hace aproximadamente tres años, la empresa de moda decidió distribuir en Francia sus pulseras tipo esclava. Un complemento que recibió el mismo nombre al otro lado de los Pirineos. Sin embargo, aunque en nuestro país está muy extendido el término «esclava» para designar una pulsera sin adornos, en Francia significa únicamente eso, una «persona que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra». Desde luego, no estuvieron muy acertados a la hora de definir su estrategia…
  • No hace falta salir de España para encontrar otro ejemplo de mala traducción. En el año 2012, Vitoria-Gasteiz recibió el título de «European Green Capital», una distinción que la Comisión Europea otorga cada año a la ciudad europea que más (y mejor) ha trabajado para mejorar la calidad ambiental de sus habitantes. Por este motivo, el ayuntamiento lanzó una campaña en euskera, castellano e inglés con el eslogan «Vitoria-Gasteiz, donde el verde es capital». Después de que la campaña se difundiera (como muestra la imagen que encabeza el post), se dieron cuenta de que la traducción que se hizo al inglés, «Vitoria-Gasteiz, where the green is capital», no representaba exactamente la conciencia verde de la ciudad. Y es que el (mal) uso del artículo «the» hace pensar en el green como parte de un campo de golf y no como sinónimo de ecología y sostenibilidad.
  • Al otro lado del charco, la empresa estadounidense Coors comercializó su cerveza en México con una traducción literal del eslogan en inglés «Turn it loose!». El resultado fue «¡Aflójalo!», una frase publicitaria que parece más un consejo dirigido a alguien con problemas intestinales que una invitación para beber cerveza.
  • El exceso de literalidad también le jugó una mala pasada a la marca de cigarrillos Salem, «el cigarrillo que refresca». Cuando la empresa estadounidense quiso dar el salto a Japón, lo hizo con el eslogan «Cuando fumas Salem, te refresca tanto que tu mente parece estar libre y vacía». Sin duda, no supieron reflejar bien el concepto «mente despejada».
  • Pero, si alguna industria destaca en esto de meter la pata, es, sin duda, la automotriz. Ford, por ejemplo, llevó al mercado brasileño un modelo llamado «Pinto», que, en el argot popular, significaba «genitales pequeños». Obviamente, Ford acabó cambiando el nombre al vehículo, que pasó a denominarse «Corcel». La multinacional también tuvo problemas en Bélgica, donde lanzó una gran campaña con el eslogan «Every car, a high quality body». Con lo que Ford no contaba era con la posibilidad de que el término «body» fuera traducido como «cadáver» en lugar de como «carrocería» (entendemos que no contemplara esa opción, ya que no es muy lógica), de modo que la frase publicitaria quedó traducida como «un cadáver de alta calidad para cada coche». ¡Miedo!
  • Otras empresas automovilísticas también se vieron obligadas a cambiar el nombre de sus modelos en los mercados hispanohablantes, tal es el caso del «Mitsubishi Pajero», que pasó a llamarse «Montero», el «Mazda Laputa», que no llegó a comercializarse en Europa, el «Nissan Moco», que, para más inri, se anunciaba con la imagen de un modelo verde pálido, el «Lamborghini Reventón», del que solo se comercializaron 20 unidades, o el «Chevy Nova», que fue rebautizado como «Caribe» cuando cayeron en la cuenta del significado de «no va» en castellano.
  • Cambiando de sector, en Italia, se difundió un anunció de tónica Schweppes en el que se había traducido «tónica» como «higiénica» y que, por tanto, publicitaba “Agua Higiénica Schweppes”, algo que los italianos asociaron a agua del váter (¡con toda la razón del mundo!)
  • Para terminar, no queremos olvidarnos de nuestros amigos los bancos, ¡ellos tampoco se escapan! Concretamente, la multinacional británica HSBC lanzó a Estados Unidos una campaña promocional con el lema «Assume Nothing» («no dé nada por sentado»). El problema vino cuando de allí se extendió a una serie de países donde el eslogan fue traducido como «No haga nada». HSBC se vio obligada a gastar un total de 10 millones de dólares para rediseñar su campaña publicitaria. ¡Ahí es nada!

Con estos ejemplos queda retratada, una vez más, la importancia y la necesidad de contratar servicios de traducción profesionales si se desea incrementar el negocio y la presencia internacional. Ya hemos visto que la traducción puede desempeñar un papel clave a la hora de determinar el éxito o el fracaso de una campaña publicitaria en el extranjero.

¡Espero que os haya divertido leer la entrada tanto como a mí redactarla!

¡Nos leemos pronto en el próximo post!¡Feliz lunes!