“Los caimanes” o bocas de tormenta están funcionando de manera eficiente, para liberar del caudal a esa arteria, a pesar de que aún faltan detalles que afinar.
Sin la obra del Dren, la inundación en el zona de rodamiento vehicular del río Santiago hubiera durado 24 horas o más, como siempre ocurría, ahora solo tardó dos horas.
La vía ya fue reabierta a la circulación vehicular, por lo que los automovilistas ya están transitando normalmente.