En 2016 empezarán los rescates de bancos a la chipriota

Publicado el 13 diciembre 2013 por Lingoro

Así lo ha acordado este jueves la UE, para que a partir del 2016 el rescate de los bancos en quiebra se lleve a cabo con el capital de los clientes: particulares, empresas, accionistas entre otros. Este acuerdo aunque a falta de aprobación final por parte de los Gobiernos y la Eurocámara, recoge los siguientes puntos, exigidos sobretodo por Alemania, al no querer pagar un euro más por las entidades de otros países:

  • Creación de una autoridad única de liquidación.
  • Los accionistas y los acreedores de los bancos asumirán las perdidas en lugar de los contribuyentes.
  • Los Estados miembros tendrán que crear fondos de liquidación, financiados por la propia banca, que tendrán que alcanzar un nivel del 1% de los depósitos cubiertos en un plazo de 10 años.
  • Ante una eventual situación de rescate de una entidad, la norma aplicará obligatoriamente una quita del 8% del total del pasivo del banco según el siguiente orden:

-   Capital: cuotas participativas y acciones

-   Deuda junior: participantes preferentes, deudas subordinadas.

-   Deuda Senior y depósitos no garantizados de grandes empresas.

-   Depósitos de más de 100.000€ que no pertenezcan a pymes o particulares

-   Depósitos de más de 100.000€ de pymes y particulares.

-   Cedulas hipotecarias.

-   Los depósitos inferiores a 100.000€ (garantizados), no se tocarían.

Fuente: Tucapital.es

Los Estados intervendrán solo en circunstancias excepcionales, para usar fondos públicos nacionales y del MEDE, por ejemplo: antes de que todos los acreedores pierdan por completo su inversión ( que alentador!), o cuando ya no haya más quitas que hacer y si el banco sigue necesitando ayuda.

Esta directiva acabará con las ayudas públicas a los bancos, así como con la poca confianza que actualmente se tiene en ellos, medidas como estas más que alentar genera más incertidumbre y desconfianza porque comprobamos que el lugar menos seguro para tener nuestro dinero es en un banco.  Al final los depositantes seremos los responsables de los errores de la mala administración de estos, pagando para que guarden nuestro dinero, y con la posibilidad latente de perder una parte considerable del capital para su rescate.