No hay mejor viaje que el de la imaginación.
Viajemos, pues.
Buscamos un sitio cómodo y cercano (imprescindible, ya que hay que seguir en contacto con la pantalla del ordenador). Tomamos aire, espiramos lentamente y cerramos un ojo (los dos sería lo ideal, pero dificultaría nuestra tarea lectora), y acompañados de un té a la menta (por aquello de la ambientación) comenzamos a viajar a algún lugar, más allá del mar.
Estamos en algún punto céntrico de España ¿Por ejemplo Alalpardo?. Posición: mirando al sur. Comenzamos a caminar hacia abajo, buscando el calor. Y un poquito más, dejando a la derecha Toledo sigamos el paseo, ya sé que es difícil, tanta belleza atrae, pero continuémos. Sin prisa pero sin pausa, más y más hacia el sur, hasta llegar a Córdoba, saludamos de paso a los amigos y nos tomamos unas cañitas con ellos. Pero aún no hemos llegado... Marbella, Algeciras... y de un salto al barco...
En menos de una hora habremos cruzado el Estrecho de Gibraltar, y ya en Ceuta el cambio se va haciendo más evidente. Y ahora un cuarto de vuelta hacia la derecha, hasta Tánger.. nuestros sentidos comienzan a disfrutar de un mundo nuevo...
Gracias a mi sobrino Mathieu, que me ha prestado sus fantásticas fotos de Marruecos, con un artista así, sobran a partir de ahora las palabras...
TACTO
OÍDO
VISTA
OLFATO
MARRUECOS
Una delicia para los sentidos...
POLLO CON MIEL Y CIRUELAS
Ingredientes:
1 kg. de pollo cortado en trozos no muy grandes
250 gr de ciruelas secas sin hueso
1 cucharada sopera de sésamo tostado
100 gr de almendras marcona
1/2 cucharadita de pimienta
1/2 palo de canela
1 cebolla picada muy fina
25 gr de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de raz el hanout
1/2 cucharadita de canela
2 cucharadas de miel
sal
200 ml de caldo de pollo
1.- En una sartén ponemos la mantequilla y el aceite de oliva. Cuando esté lo suficientemente caliente doramos la cebolla junto con el palo de canela hasta que quede tierna. Añadimos el pollo en trozos y las almendras. Doramos.
2.- A continuación sazonamos con sal y pimienta, y añadimos las especias. Las proporciones de canela y raz el hanout son orientativas, dependen del gusto de cada uno. Particularmente, prefiero que sobre y no que falte.
3.- Rociamos con el caldo de pollo, y bajamos la temperatura para que se cocine con calma y amor.
4.- A mitad de cocción del pollo añadimos las ciruelas y la miel. Dejamos que termine de cocinarse lentamente para que quede una salsa melosa y las ciruelas se deshagan un poquito. Rectificamos el punto de sal, añadimos sésamo por encima y servimos bien caliente y acompañado de sémola de trigo.
Imprimir la receta: Pollo con miel y ciruelas
Es sencillamente delicioso. Me gusta acompañarlo con una ensalada de naranjas y aceitunas negras que un día probé en un maravilloso restaurante marroquí al que estoy loca por volver. Y de postre... unos cuernos de gacela. La receta.... en próximos episodios.
Y como lo prometido es deuda, aquí va la tercera hoja del calendario. La de febrero, para el que se lo haya perdido, en el post anterior.