Semah, una joven saudita universitaria, quiso manifestar que "pese a que hay muchas chicas lesbianas que van ataviadas como hombres en la universidad, su porcentaje no supera una cuarta parte". Además, la joven reconoció que hay estudiantes que intentan hacerse crecer el bigote y la barba y dijo haber sido consciente de que se celebran bodas en secreto entre mujeres.
La policía religiosa saudí, muy consciente de esta situación, ha ordenado en los últimos meses prohibir el ingreso en centros de estudios a las féminas con apariencia masculina hasta que "rectifiquen su conducta" debido al aumento considerable de esta tendencia.
Para las estudiantes sauditas, vestirse comportarse de forma masculina no es más que un acto de rebeldía contra una sociedad en las que las mujeres no tienen derechos.
Sin embargo, desde fuente gubernamentales aseguran que se van a tomar medidas para que las mujeres puedan recibir una formación mejor, tengan más oportunidades laborales e incluso puedan participar en la vida política votando en los comicios municipales, éstas son las únicas elecciones en las que los sauditas pueden ejercer derecho a voto.
Por otro lado, Noura al Fayez, única viceministra en Arabia Saudí, ha declarado estar trabajando para elaborar un plan para introducir la educación física en los colegios públicos femeninos; y es que por primera vez en su historia, las mujeres de Arabia Saudí podrán participar en los JJOO de Londres a pesar del rechazo absoluto de reconocidos clérigos musulmanes saudíes que afirman que "las niñas podían perder su virginidad al romperse el himen practicando deporte".
Fuente: CáscaraAmarga