Están hablando mucho de Boca, que los que se van, que los que se quedan, que patatín que patatán. La forma en que los medios tratan el tema es patente patente el accionar macrista.
Hoy ya no es el fútbol de la gente, ni de los colores, ni del club, hoy es el fútbol de los representantes, y en general se habla del representante preferido por Bianchi, pero nada se dice del representante preferido por Agelicci. En cualquier caso, como están las cosas, en un fútbol donde el futbolista patea en contra del compañero que tiene otro representante, lo ideal será, ya fuese el del virrey o el del presidente, elegir a los jugadores cuyos representantes formaran parte de la misma sociedad, así tiran todos para el mismo lado.
Por otra parte, los medios también se deben a los representantes de los jugadores según las entrevistas o primicias voz en off/on que les suministraran, entonces podría decirse que está abierta la temporada de vuvuzelas, donde da igual quién juega mejor o quien es más capaz y lo verdaderamente importante es quién hace más ruido.
Boca empieza a diagramar la temporada más difícil de su historia. Es la más difícil porque los dioses que han construido los éxitos, y en algunos casos el buen juego, terminarán barriendo el galpón si no consiguen obtener un título, y si bien tendrá más chances que durante el torneo y copas que acaban de terminar, no existen garantías para el éxito.
Walter Ervitti: Parece que se va, él quiere quedarse pero pone condiciones, o juega en una posición que requiriera menor desgaste, o buscará otros rumbos.
Gran pérdida para Boca que encontrará reemplazante para el puesto, tal vez podrá encontrar a alguien mejor, pero el 11 ya tenía el puesto ganado y la hinchada manipulada. Ervitti alcanzó en este último tiempo una regularidad que lo coloca en buena posición para ubicarse en la selección, especialmente cuando Sabella utiliza a Montillo de lateral izquierdo, puesto que Ervitti conoce bien.
Santiago Silva: Se quiere ir, está incómodo.
Y como para no estarlo. El pelado se entrena, tiene condiciones y prontuario, un corazón que pocos, pero no juega. Otra gran pérdida para Boca.
Agustín Orión: No se sabe si se va a Grecia o si se queda en Boca, dependerá, como su salida conflictiva de San Lorenzo, de cuánto dinero estuviesen dispuestos a pagar por él.
Tiene el puesto ganado y la hinchada manipulada, pero detrás está agazapado Ustari, otro arquero de buen nombre (tampoco me gusta).
Guillermo Burdisso: Se va, ¿no?.
Clemente Rodríguez: El problema consiste en que el jugador quiere firmar por dos años y la dirigencia solamente por uno.
Es imposible pelear contra lo que se ha establecido, hace rato que se minimiza lo bueno del lateral izquierdo y se exagera lo malo. Quienes vemos el partido sin prestarle atención al selectivo énfasis mediático, sabemos que no hay mejor en su puesto en el fútbol argentino. Por algo es suplente de Rojo de en la selección.
Hugo Orlando Gatti: Si lo llaman, está para volver.
Leandro Somoza: Dicen que quiere firmar por dos años pero le quieren firmar por uno.
Otra pérdida importante. Demostró que puede andar muy bien cuando se lo propone, demostró un gran esfuerzo en momentos malos y alto recato en las buenas. Yo lo quiero en mi equipo.
Ya veremos qué más podrá decirse de Boca, de momento, e e e esto es todo, amigos.