En Brasil disminuye el número de mujeres trabajadoras domésticas

Publicado el 14 agosto 2011 por Hogaradas @hogaradas

Barbara Josй Baptista creciу viendo cуmo su madre, Odilea, iba a trabajar como mujer de la limpieza, tal y como lo hizo su abuela.
Para las mujeres pobres de Brasil -con poca o nada educaciуn escolar- dedicarse al servicio domйstico no sуlo es natural, sino casi siempre inevitable. Es uno de los pocos empleos disponibles para ellas.
Pero Bбrbara, de 24 aсos, querнa que su madre se sintiera orgullosa.
"No seguн los pasos de mi mamб porque ella siempre me apoyу y animу a que buscara una profesiуn que me proporcionara un mejor nivel de vida", dice esta residente de Rнo de Janeiro.
"Ser una mujer de la limpieza permite pagar las facturas, pero no es posible progresar con ese sueldo".
Bбrbara sуlo lamenta que Odilea, que muriу en 2005, no viviera para verla graduarse en biotecnologнa e iniciar un mбster que espera le permita tener un trabajo dedicado a la investigaciуn del cбncer.
Historias como la de Bбrbara son cada vez mбs comunes a medida que crece la economнa en Brasil. La cantidad de personas viviendo en la pobreza decae y los niveles de educaciуn aumentan gradualmente.
Incluso con una educaciуn bбsica, oportunidades de trabajo en supermercados, telemarketing, compaснas de limpieza, restaurantes y oficinas abundan para aquellas mujeres que antes se habrнan dedicado a ayudar a familias de clase media.
"Deben ganar menos (que siendo empleadas del hogar), pero tienen beneficios sociales y mбs seguridad laboral, asн como perspectivas de crecer laboralmente", explica el consultor Renato Meirelles, del instituto de estadнstica Data Popular.
La gente joven, afirma, rechaza cada vez mбs la idea de ser empleada del hogar.
Angela Conceicao Vaz empezу a trabajar como empleada domйstica para una familia en Rнo de Janeiro cuando tenнa 13 aсos. Sin embargo, ella siempre supo que querнa algo mejor.
Por ello, asistiу a clases nocturnas para completar su educaciуn bбsica y continuу haciendo cursos de informбtica e inglйs.
Durante 14 de sus 35 aсos ha trabajado como secretaria de una empresa de telemarketingy ya es dueсa de su propia casa.
La falta de mujeres disponibles para trabajar como empleadas del hogar ha hecho que los salarios en este campo aumenten, aunque aъn son bastante bajos.
Los pagos varнan pero se basan en el salario mнnimo que es de 545 reales (US$350).
Ademбs de cambiar los hбbitos de la gente, Luana Pinheiro cree que la escasez de mucamas presionarб al gobierno para que desarrolle polнticas que permitan a las mujeres cuidar de sus hijos y mantenerse en el mercado laboral.
El desarrolo del trabajo femenino en Brasil empezу por el empleo domйstico, explica Marcelo Neri, un economista de la Fundaciуn Getulio Vargas (FGV).
"Cuando la presencia de mujeres en el mercado laboral creciу, las mujeres recibieron el apoyo de las trabajadoras domйsticas, quienes les permitieron dejar la casa e ir a trabajar".
Muchas mucamas tambiйn tienen a alguien que las ayuda a cuidar de sus hijos mientras ellas trabajan.
"Los cambios que estamos presenciando en el mercado llevarбn a la liberaciуn de las trabajadoras domйsticas de la categorнa de trabajo no cualificado", dice Neri.
Bбrbara, quien vive en un бrea pobre en los suburbios de Rнo con su tнa, tambiйn empleada del hogar, estб orgullosa de sus comienzos humildes y de su йxito.
"Me alegra compartir esta sensaciуn de logro con los demбs", dice.

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