En los últimos tiempos, la crisis ha hecho que gran parte de mis clientes la constituya Comunidades de Propietarios que acuden al despacho para resolver deficiencias o cuestiones constructivas, de mayor o menor importancia, en sus inmuebles. No pertenecen a un barrio determinado sino que su extracción es de lo más variada dentro del tejido urbano, y las edificaciones afectadas van desde edificios de lujo a viejos inmuebles del casco histórico, pasando por adosados en barrios de la periferia. Las diferencias sociales, económicas y culturales de las diferentes personas con las que me reúno, no son obstáculo para que todas tengan un denominador común: la desconfianza frente al Arquitecto. Clika y ¡SIGUE LEYENDO!http://www.simonarquitecto.com/