Sinopsis:
Una joven bella y pobre y un noble arisco y rico. Una historia que recuerda a La Bella y la Bestia ambientada en la Regencia que hará las delicias de las lectoras más románticas.
Perséfone Lancaster recibe una propuesta de matrimonio del duque de Kielder, un hombre con fama de tener mal genio y ser arisco, así que la rechaza. Sin embargo, la delicada situación financiera de su familia hace que reconsidere su decisión, pues ese matrimonio les salvaría de la ruina. Así que acepta.
Al llegar al castillo del duque, un edificio frío y oscuro como su propietario, rodeado de un bosque tenebroso plagado de lobos, descubre que el hombre tiene la mitad de la cara desfigurada. Y que no solo tiene cicatrices en la cara, sino en el alma. No obstante, ella espera, con su amabilidad y su encanto, romper la coraza con la que el duque protege su corazón. Pero, una y otra vez, recibe rechazos y desaires. Sin embargo, cuando un grave peligro la acecha, el duque se dará cuenta de que, si no admite que la ama, la perderá y, en realidad, ya no puede vivir sin ella. ¿Lo hará?
Opinión personal:
Calificación:Quiero empezar esta entrada comentado que otros blogs hablan estupendamente de esta novela. Mi opinión no es ni mejor ni peor que la suya, solo diferente. Cada lector reseña según sus gustos y su propia experiencia ante una lectura y lo que a mí me encanta puede aburrir enormemente a otro lector; y, por supuesto, lo que a otro lector le encanta, me puede aburrir soberanamente a mí, que es justo lo que ha pasado con esta historia.
Quizás haya demasiados factores que se han confabulado en contra de «En busca de Perséfone» o, tal vez, hay autoras que no encajan dentro de nuestros gustos personales. El caso es que:
1. Estamos ante un retelling, de los que no soy muy fan, ya que la historia, a grandes rasgos aporta poca originalidad.
2. Una novela blanca, algo que no suele importarme si la historia me gusta y me entretiene, pero que tampoco está de más alguna escena picante entre los protagonistas.
3. Los buenísimos comentarios que crea esas altas expectativas que juegan malas pasadas.
Sobre los personajes, poco voy a comentar, En mi opinión, el duque de Kielder, es un personaje amargado y, por consiguiente, parece que tiene que ser borde. No es algo que crea justificado y, si me apuráis, la autora deja caer pequeñas pinceladas del porqué de esa amargura. Algo que tiene que ver más con la relación que mantiene con su madre que con su desfiguración en sí, pero lo hace de forma tan sutil y sin llegar a profundizar o aclarar de forma rotunda cuales son sus motivaciones de ser así, que no tengo muy claro si su intención es justo esa: dejar el tema a la imaginación del lector, o que no ha conseguido aclararme.
El caso es que hay frases que me han dejado ojiplática, sobre todo porque soy incapaz de entender cómo un duque, por muy duque que sea, que vive alejado socialmente puede tener tantísimo poder, más que casi la reina, y con algunas frases esa prepotencia alcanza límites sorprendentes. Es un personaje que a mí se me ha quedado a medias. Sarah M Eden intenta asemejarlo a La bestia, pero no llega a conseguirlo (bajo mi punto de vista)
Burdo, maleducado, borde, intransigente, machista. Creo que pocas cosas me han gustado de él, aunque admito que al final, con un hecho tan predecible como necesario, la autora pretende que le perdone todo lo su mal comportamiento, y no.´
Perséfone es la mujer sacrificada para el bien de su familia. Una joven bella y dulce, a la que le falta un poco de determinación, pero con bravura o, simplemente, el tema de las cicatrices —que tanto peso deberían tener en su relación con su marido— pasan totalmente desapercibidas.
Una joven que me ha parecido sosa, que no hace más que dar vueltas por un jardín, lo sola que se siente, pero si tener, ni tan siquiera, un pensamiento secundario en referencia a un matrimonio al que se ha visto obligada ni cuestionarse cual va a ser su función en él.
Ya que, aunque el matrimonio está motivado por la necesidad de engendrar un heredero, como estamos ante una novela blanca en la que —léase con ironía— los personajes no pueden ni pensar en atracción— la autora no muestra ni química, ni tensión ni nada de nada. Y que sea blanca me da un poco igual, pero si estamos ante una novela romántica, la autora me tiene que convencer que entre ambos hay algo más que una relación de amistad o de camaradería, la atracción física ha de estar ahí, aunque dada la época en las que transcurre la historia sea inviable un acercamiento. Algo que tampoco entiendo ya que están casados…
Estamos ante una relación a tres. Lo siento, pero es la sensación que me ha dado tanto peso de un personaje secundario, el ¿amigo? que carga con el mal humor, los malos modos y el despecho continuado de un hombre que se cree en el derecho de ser así. Y, además, el medio a través del cual la autora intenta reflejar los pequeños celos que es el único indicio, aunque no me haya convencido, porque no he tenido muy claro si era provocado por sentimientos o por posesividad.
A todo esto, el papel de una madre con una justificación sorpresiva (por no decirlo de otra forma) que no me ha quedado nada claro, una historia que se centra en dar vueltas y vueltas con conversaciones, más bien poco interesantes. Aquí lo importante se queda totalmente secundario y no tengo muy claro cual ha sido el hilo de la historia en general. Porque prácticamente no pasa absolutamente nada. Nada.
Y no sería importante si los pensamientos internos de los personajes fueran interesantes o, simplemente, variaran, pero es que todo el rato es dale que dale a lo mismo, y cuando una novela me aburre y me tengo que obligar a leerla y terminarla, pues hay algo que no va bien.
Le faltan elementos de tensión y puntos de interés, le faltan escenas que marquen un cierto ritmo a una historia y personajes que quedan totalmente planos.
Creo que hay autoras que no son para mí y Sara M Eden es una de ellas, ha salido la segunda entrega de la serie, la historia de Harry, que pinta muy bien, igual que pintaba este, pero tengo muy claro que es más el estilo de la autora lo que no me atrae que lo mucho que puedan prometer sus tramas, así que lo dejaré pasar.
Por supuesto, esta es tan solo una opinión personal de una lectora y, pese a que a mí no me ha gustado la novela, puede que a otras muchas os encante.
El mundo sería muy aburrido si todos tuviéramos los mismos gustos.
Si os gusta la historia de La bella y la bestia, os recomiendo una novela de Anna Campbell, Siete noches juntos 😉
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa