En China, hasta el ajo se convierte en objeto de especulación masiva

Publicado el 28 mayo 2010 por Jaque Al Neoliberalismo
Ya el año pasado lo advertía en estos dos post: ¿Puede el ajo ser la próxima burbuja? y Olvídese del oro y el petróleo, invierta en ajo. Ahora, Le Monde, confirma que en China hasta el ajo se convierte en objeto de especulación masiva:
China es actualmente el escenario de una pasión por el ajo que no tiene nada que envidiar a la manía de los tulipanes, la famosa burbuja del siglo XVII que dio origen a un excesivo aumento en el precio de los tulipanes en los Países Bajos.
El año 2009 el ajo fue la mejor inversión: su valor de las acciones aumentaron un 560%. El jengibre y las judías verdes también sufrieron alarmantes brotes alcistas. Todo lo que puede favorecer a la inversión, ya sea de alimentos o productos financieros, puede dar lugar a burbujas.
La dinámica de la oferta influye fuertemente en la evolución de los precios. El costo de la carne de cerdo, el ingrediente básico de la alimentación en China, había subido considerablemente desde finales de 2007 como resultado de la tala inmoderada de los animales. Beijing decidió intervenir para frenar los efectos de esta subida de precios, que llevó la inflación al 8%. Un fenómeno similar se vive con el ajo. Algo que es muy preocupante si recordamos que China es responsable de la producción de las tres cuartas partes de la producción mundial.

Los rumores de que el ajo ayuda a la curación de la gripe swine-flu (H1N1), por otra parte, estimulan su consumo. Sin embargo, los efectos beneficiosos del consumo de ajo no pueden justificar un aumento de esta magnitud. Se le debe mucho al exceso de liquidez en circulación. El aumento del 30% en el volumen de los préstamos bancarios en 2009 ha apoyado a la economía, pero algunos de estos fondos fueron colocados en todo tipo de activos. Durante el mismo año, las acciones subieron 80%, mientras que el mercado inmobiliario se incrementó en un 25%. Los pequeños mercados, que comercializan el ajo y las habas, han sido objetos de gran tentación para los especuladores.
Los compradores de ajo, sin embargo, no han escapado a las políticas del gobierno. La vigilancia del gobierno ha bajado el precio en un 35%. El Departamento de Desarrollo Nacional y Reformas vio con malos ojos el meteórico ascenso en el precio de los granos, el ajo y otros productos, y abrió una investigación. La fuerte corrección que ocurre con las acciones en otros mercados también ha exacerbado el apetito de los especuladores de riesgo. La comisión anunció que el precio de estos productos seguirá disminuyendo en los próximos meses.
Pero así como es difícil eliminar el olor del ajo, así de dificil puede resultar apagar un frenesí especulativo alimentado por la abundancia de liquidez. Al igual que la burbuja de los tulipanes, el curso del precio del ajo puede medir la abundancia de capital.
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Vía Le Monde
Lecturas:
- ¿Puede el ajo ser la próxima burbuja?
- Olvídese del oro y el petróleo, invierta en ajo

Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización