Hace 10 años, en cierta ocasión me topé con un calendario con fiestas norteamericanas, y en él
hallé la celebración de
Martin Luther King (este año, 18 de enero), y por el nombre, deduje ridículamente, que se trataba de conmemorar a Martin Lutero como rey, pero me di cuenta de mi error cuando en otro, vi la imagen no del reformador alemán, sino de otro señor. XD.
Tras la Segunda Guerra mundial, Estados Unidos aparentaba ser la nación más feliz de la Tierra por ser la potencia más poderosa. Pero, independientemente de que a partir de los años 1960 la juventud cuestionara dicha felicidad o estabilidad social. Además del hecho de que esa felicidad solo era para los blancos, ya que los negros, así como los inmigrantes o minorías étnicas sufrían en carne propia la otra cara de la moneda de ese "bienestar": el
racismo.
Nuevamente el racismo y el tema de la diferencia de las personas por su color de piel ponía en jaque a la política estadounidense, pues si bien la Guerra civil que E
UA tuvo en el siglo XIX, abolió la esclavitud, no dio a la población negra la igualdad en derechos. Los estados sureños que antes de esa guerra habían sido esclavistas, eran los que tenían la
población afroamericana más importante, y sin embargo, estos debían estar separados de los blancos o se les restringía la entrada a ciertos lugares, como cines, restaurantes, hoteles, etc. a la par que el
Apartheid sudafricano (del que se escribirá en otro momento). Sin olvidar que organizaciones racistas como el Ku Klux Klan intimidaban no solo a este sector de la población, sino a aquellos a quienes creían inferiores por no ser blancos: judíos, latinoamericanos, etc.
Por ello entre 1955 y 1968 la población negra, liderada por el pastor bautista
Martin Luther King Jr., dio una dura y larga lucha pacífica con el único objetivo de alcanzar la igualdad de la población es decir, el reconocimiento de los derechos civiles y al voto de las llamadas minorías étnicas. Cabe destacar que el evento cumbre en esta lucha por la igualdad, fue la manifestación de
Washington el 28 de agosto de 1963, y mejor conocida como
Marcha sobre Washington por la libertad y el trabajo. Esta manifestación contó con la participación de organizaciones religiosas (protestantes, católicos y judíos), pacifistas y laborales; así como con la participación de Bob Dylan y Joan Baez, y con el célebre discurso de Luther King "
I have a dream" (en inglés:
tengo un sueño). Acto en el que se reunieron entre 200 y 300 mil personas, la gran mayoría negros.
Sin embargo, el asesinato de Luther King no acabó con la lucha por los derechos civiles, puesto que en un acto de conciliación, el gobierno norteamericano aprobó el acta que daría igualdad de derechos a sus ciudadanos, condenando así el racismo en su nación. Aunque cada tercer lunes de enero EUA reconoce a Luther King como un gran ser humano, e incansable luchador y defensor de la igualdad en ese país, el racismo está presente en EUA, aún cuando se le ve mal y que los propios negros ya no son estigmatizados como antes, sí se hace lo mismo con los inmigrantes vengan de donde vengan: latinoamericanos, árabes, orientales, etc.