En defensa de la base Starkiller y el modelo productivo de la galaxia

Publicado el 31 diciembre 2015 por Blogdebori

Ya se estrenó, por fin, el séptimo episodio de Star Wars. Un acontecimiento planetario (a excepción de China, que deberá esperar hasta el sábado que viene) que le ha dado la razón a Disney con una recaudación en 12 días superior a los 1 000 millones de dólares. Cien de ellos tan solo en reservas de entradas. Una auténtica barbaridad. Muchos fans han ido varias veces al cine para ver esta superproducción y algunos no han acabado tan contentos como cabria esperar del hype previo al estreno. Sobre todo por un par de razones por las que claman y berrean en redes sociales y demás ámbitos. Aviso que a partir de este punto, habrá spoilers.

Zona Spoiler

Como decía anteriormente, lo que realmente fastidia a la gente es eso de “¿otra Estrella de la Muerte? ¿No había otra cosa?” Pues parece que no, amiguitos. Resulta fácil criticar desde fuera, pero la verdad es que en los últimos 50 años, el modelo productivo de la galaxia muy, muy lejana al que nos envió George Lucas (y ahora Disney) es la construcción de mega estaciones espaciales listas para aniquilar todo lo que se ponga por delante. Un modelo válido, como cualquier otro.

¿No os suena de nada? Venga, seguro que sí. Dejarse casi todo el presupuesto público en obras grandilocuentes con muchas taras que, al final, acaban siendo inservibles por uno u otro motivo es un modelo muy nuestro. Habría que ahondar en la historia del Imperio y la Primera Orden para ver si tanto Palpatine como el Líder Supremo Snoke tienen amiguetes con una constructora que les hace un buen precio si se dejan todo el presupuesto en la FCC galáctica de turno.

Tras dos Estrellas de la Muerte y la caída del Emperador, ¿cómo volver a levantar el tejido industrial de la galaxia? ¡Eso es! Construyendo una macrobase más tocha y potente con la que destruir sistemas enteros. Que no se diga que los de la Primera Orden son unos mindundis, que se dejan el presupuesto en planetas asesinos que chupan soles para cargarse hasta arriba. Además, para continuar con las tradiciones, una de las dos personas al cargo es un enchufado. Kylo-Ren no deja de ser un niñato que está ahí por ser hijo y sobrino de quién es, porque no tiene ni los estudios terminados. En cuanto al otro rubio, pues todo indica que un poco más de lo mismo. Sistema de enchufes, ¿no os suena de nada?

Que esa es otra. Mira que es grande la Galaxia, con su núcleo, su borde interior y su borde exterior, y todo acaba en manos de una misma familia que se apropia de los puestos clave: los Skywalker. La general de la Resistencia y exsenadora imperial es la hija de la mano derecha (traidora) del Emperador. El líder de un funesto culto a una olvidada religión y destructor de la primera Estrella de la Muerte es el otro hijo de Darth Vader. Además, el sucesor espiritual del genocida jedi elige a su nieto como segundo (o tercero). Y se especula que Rey podría ser la hija de Luke. ¡Venga ya! ¡Y FN-2187 el de Lando, no te jode! Para ser tan grande, los puestos de responsabilidad los copan la familia de un exesclavo traidor.

Así que si. ¿Otra Estrella de la Muerte? Sí. Y las que hagan falta, que necesitamos dar trabajo a sistemas planetarios enteros y qué mejor que embarcarse en un mastodóntico proyecto con una vida útil muy limitada y con muchos fallos de diseño que provocan que cuatro naves X-Wing, un traidor, un wookie y un contrabandista a punto de la jubilación puedan destruirla sin apenas bajas. Mejor no alzar mucho la voz, porque todo indica que el este modelo es el que vuelve a despertar por los vastos y bellos campos de España. La ciudad del circo de Alcorcón, el Palacio de Congresos de Palma de Mallorca o cualquier obra de Santiago Calatrava pueden dar fe de lo buen modelo que es éste para la macroeconomía.

En fin, se trata de una película y no deberíamos tomárnoslo tan en serio. A mi, personalmente, me ha gustado mucho. Más en el segundo visionado que en el primero. Tiene cosas muy interesantes, algunas salvables y otras criticables. No creo que la construcción de la base Starkiller sea una de ellas, tal vez su destrucción, porque podía haber dado bastante juego. Me han gustado mucho los personajes nuevos, me ha emocionado como un enano (casi al punto de la lágrima) la aparición del Halcón Milenario, Han y Chewie y las conversaciones con Finn y Rey en la nave. Me encanta la aparición final de Luke. La batalla entre las ruinas del castillo de Maz Kanata me fascina y creo que debería poder jugarse en el Battlefront. Creo que BB-8 es una ricura y, probablemente, el personaje más carismático de la película y me tienen comprado con todo el factor nostalgia que, en mi caso, está introducido en su dosis justa. De hecho, el mayor fallo que le encuentro a la película es el poco protagonismo que le han dado a un personaje tan aparentemente molón como Captain Phasma (tengo un muñequillo de ella).

He visto esta película dos veces en el cine y espero volver a verla otro par de veces. Además de comprar el DVD y más mierdas que irán sacando. Me encanta, no lo voy a ocultar. Y creo que la galaxia debería revisar un poco más en manos de quién deja los presupuestos generales. ¿Otra Estrella de la Muerte en 2017? El Florentino Pérez de aquellos lares dice oh yeah!

P.D: Este post en Medium de Mario (@Fooly_Cooly) es para enmarcar.