La verdad es que estos procesos actuales de avisar a los corredores de sus positivos y de cómo funciona todo lo relacionado con ello no me acaba de convencer, pero, si está así, será por algo. Yo no voy a hablar de éso, sino de Ezequiel Mosquera. Los que leeis asiduamente el blog sabéis que no me gusta hablar de positivos, pero este caso es una excepción. Mosquera me parece uno de los mejores corredores que hay (o mejor dicho, que había, depende de cómo se mire) de España. Luchó como un aunténtico ciclista en la Bola del Mundo d ela Vuelta de 2010, llevando a un pletórico Nibali detrás de él, que, al final, le acabó quitando la etapa al gallego, pero tras una aunténtica paliza de ambos. Por eso y por otras muchas cosas, creo que se está perjudicando la vida de Mosquera, tanto deportiva como personal. Está pasando un poco como con Contador. Si el corredor da positivo, creo que no se puede tardar tanto en decir. Es un proceso largo, pero, ¿tanto? No sé vosotros, pero yo creo que no.
Mosquera siempre ha sido un ciclista legal que sabía por dónde se andaba. No sé si habrá tomado alguna sustancia dopante, pero yo lo voy a defender todo lo que pueda. Está pasando por una aunténtica incertidumbre. Sivan de ejemplo sus palabras: "se han reído de mí". Para que un ciclista diga éso, tiene que estar muy hasta las narices de todo.
"No tengo comunicación oficial, pero sé que en estas cosas siempre me entero de todo el último. Estoy resignado porque, hagas lo que hagas, no te sirve para nada. Me siento sentenciado desde el primer minuto y la noticia no me extrañaría en absoluto". ¿Por qué Ezequiel se tiene que sentir así? No creo que sea la mejor opción de tratar a un ciclista. Por lo que comenta, su equipo se ha portado muy bien con él, de hecho, ha estado entrenando con ellos, "pero no han podido hacer nada".