Admito que el bicho tiene feo aspecto, se mueve de manera grotesca cuando se desplaza en tierra, pero es majestuoso cuando emprende vuelo, una aptitud natural suya que nosotros nunca podremos alcanzar. Se le llama despectivamente “carroñero” y es así pues no cuenta con un Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo que lo defienda. Los organismos de derechos humanos no le prestan atención por una simple razón, no es un humano; es solo una especie que habita en lugares lejanos y que se joda por haber nacido bicho, feo, pelado, y carroñero. Y como si esto fuera poco los políticos de turno y sus antecesores utilizan su nombre como estandarte para justificar sus erróneas políticas económicas al endeudarse con cifras astronómicas de millones y millones de dinero que nadie sabe en qué carajo se utilizó pero que deberemos pagar todo el conjunto de ciudadanos de a pie que jamás vimos uno de esos dólares que ahora tanto cuesta devolver. Fondos “buitres” les llaman. Si mi defendido no tiene nada que ver con la cuestión exijo que se le llame de otra manera a estos fondos; por ejemplo: usurarios, latrocinicos, muñidores, ladrones, especuladores,(casi como algunos gobiernos y bancos privados) etc.- pero dejemos a los pobres, feos, y desamparados falconiformes en paz que demasiada carga tienen ya por el solo hecho de haber nacido “Buitres”. Para quienes son acérrimos defensores de la postura de seguir llamando así a los fondos usureros, argumentando que corresponde hacerlo pues los acreedores de la inmensa suma de dinero que reclaman incluido el Juez de la causa que tiene en jaque a los boys del Ministerio de Economía, proviene en su mayoría de un país que tiene en su escudo a una de estas aves, les digo que le erraron el palo al gato pues lo que allí se ve es una águila calva. ave ésta que el país del norte exhibe como un símbolo de fuerza y libertad.
O simplemente sea yo el equivocado y Franz imaginó muchos años atrás esto que ahora nos está pasando.