Nací en el 81, tal vez un año como cualquier otro, tal vez no, sólo sé que en alguna recóndita habitación de un hospital popular se asomaba por primera vez a este mundo mi cabeza ensangrentada, abriéndose paso de forma incómoda por entre las piernas de mi madre, un instante doloroso para ella quien gimió a la verdad poco y aunque no lo recuerdo , me imagino que empecé a llorar y a llorar al escucharla como si hubiese compartido con ella su dolor, como justificándome por haberla hecho sufrir así y creo que me resultó porque luego me abrazó y me besó mi cabeza maloliente (es lo primero que hacen las mamás ), luego, al abrir mis ojos vi que me miraba como alguien que ha encontrado un tesoro, aunque yo sólo fuera un pequeño bulto de carne y piel cubierto de líquidos y sangre, era tal su emoción que no le importó si verse bonita o arreglarse para recibirme cuando saliera de su vientre; me incomodó verla así toda desgreñada y con harapos y no lo digo como si lo recordara perfectamente, si no que creo que pudo haber pasado…
Todo esto sucedió en el 81, un año tan especial al que quisiera volver y ver aquel acontecimiento en el que el mundo me recibió y luego susurrarle a aquel que se asomaba que lo pensara dos veces antes de…