En el amor y en la guerra… ¿Todo vale?

Publicado el 23 abril 2015 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

Alistado el ejército enemigo y tomando posiciones para comenzar el primer asalto, miles de neuronas, nervios y sentimientos encontrados, se han puesto la armadura y esperan el ataque enemigo.

En el amor y en la guerra, todo vale. Supongo que depende ¿no? Hasta en momentos de guerra hay una legislación específica, hay unos derechos humanos y unas reglas que cumplir...Bueno, es verdad, a nadie le importa y pocas veces se respetan dichas normas.

Las potencias militares hacen lo que les da la gana y después (ya si eso) arreglarán cuentas con la Nación que corresponda. Si como he dicho ya muchas veces, con dinero hay pocas cosas que no se puedan comprar y las personas somos especialmente vulnerables en ese aspecto.

Pero yo, la Rubita gallega, que fui el ser más indefenso del mundo mundial cuando llegué a este mundo (1kg 400gr pesé al nacer menos que un chuletón de buey) que hasta los doctores más sabios después de 3 infructuosos meses en una incubadora me dieron por perdida... Pero aquí, la que parecía que no iba a ganar, tiene 33 años y dos hijas (de ahí la viene mi fuerza..) sobreviviendo desde el primer día de mi vida.

YO, "poquita cosa" jamás he dado una paliza, siempre fui "miedica" y por suerte si tenía algún problema, mi hermana con 10 kg más de peso y 10 cm más de altura, siempre me defendía...Yo echaba a correr.

Ahora, que me han llamado a filas y tengo que ponerme el uniforme de soldado "raso" y sin medallas, luchando contra un gigante que tiene más medallas que un atleta olímpico... Me entra pánico pues no he sujetado un arma en mi vida... Ni siquiera he jugado a las guerras en un videojuego...No es mi estilo, me da la impresión de que la guerra está perdida.

Yo no he estudiado "táctica de guerra" (el enemigo sí, especialidad profesional) y sólo puedo esperar el primer movimiento de las tropas avanzando y acortando distancias.

No tengo armas, no tengo munición y no tengo un tanque de miles de euros (el tanque puede ser cualquier cosa: dinero, mejor abogado, familia influyente, puesto de trabajo fijo, morro que te lo pisas...) para protegerme si el enemigo quiere lanzar un ataque. No, yo soy como aquel hombre que se plantó delante de un carro blindado esperando a que la piedad del enemigo fuese un motivo para detenerse...

Yo siempre he preferido hacer el amor y no la guerra... Curiosamente me hará la guerra quién en su día me hizo el amor...Ironías de la vida.

Odio pelear. Con mi 1,63 no creo que sea buena idea ponerme en un ring de boxeo, seguramente me sacarían los dientes en el primer puñetazo. Soy poquita cosa, creo que lo mejor es retirarse porque dicen que "la mejor guerra es la que ni siquiera se plantea".

Es absurdo, es patético, que las personas discutan hasta un punto así, en el que se escapa la razón y sólo se lucha por una idea. Sea o no razonable cada uno lucha por su idea... Tengo miedo.

Todos vemos a diario quienes son las víctimas, todos somos testigos de cómo algunos van a la guerra no por dinero sino por disfrutar del dolor del enemigo. Yo no quiero guerra...Pero no puedo retirarme sin luchar. Creo que jamás me lo perdonaría.

Todo sería más fácil si el enemigo quisiera un armisticio, pero quiere destrucción masiva. Y creo que por muy lejos que corra sus misiles de alto alcance van a dar conmigo.

No quiero luchar, no quiero rendirme ¿Qué debo hacer entonces? Considerar la oferta de largarme y sentirme humillada, de ver como le quitan a los míos lo que les pertenece y no hacer nada... No lo veo como una buena opción.

Repito: tengo miedo. Porque el enemigo lucha con armas de ultima generación y yo me defiendo con pelotas de papel. No tengo la mejor armadura, no tengo el mejor carro de combate, ni siquiera se me ocurre cómo defenderme o cómo atacarle... El tiene el poder, las armas, la inteligencia y un ejército detrás que puede respaldarle.

El caso es que he visto muchísimo cine bélico, he visto muchos "Desembarcos de Normandía", he visto muchos soldados malheridos y ya sé lo que me espera: Destrucción total de mi vida. Arrasarán las tropas con todo aquello que encuentren a su paso con tal de darme caza.

No van a aniquilarme, ni van a asesinarme (eso sería rápido y supongo que prefiere una muerte lenta y dolorosa) será una especie de tortura china, algún invento del tipo "Santa Inquisición" y querrá disfrutar con palomitas de maíz de mi agonía.

No voy a rendirme, haré lo mismo que Willian Wallace... Y aunque me enfrente con alguien que obviamente está en mejores condiciones que yo, que viene con la mejor artillería... Lucharé hasta que el arbitro pite el final del partido. David venció a Goliat... pues quién sabe.

O puede que me rinda... A veces perdiendo se gana ¿Verdad?