[7/10] Con gran interés esperábamos esta segunda película de Jasmila Zbanic, directora de “Grbavica: El secreto de Esma”, y no nos ha decepcionado. Con “En el camino”, la directora mantiene toda la gravedad social y el pulso dramático de la primera, y se acerca a la actualidad del mundo islámico y a su religión. La ciudad de Sarajevo se presenta como pretendido icono de la diversidad y de la convivencia, aunque vemos que las heridas de la guerra siguen abiertas y las dificultades de integración permanecen vivas. Allí viven Amar y Luna, una pareja musulmana muy enamorada que trata de sacar adelante su relación, de superar el alcoholismo de él o la imperiosa necesidad de ser madre de ella. Todo parece resolverse cuando Luna se prepara para someterse a la inseminación artificial, y cuando Amar encuentra un buen trabajo en un campamento islámico de la secta wahhabista. Sin embargo, la paz que él halla para su alma viene acompañada de una nueva concepción de la vida y de la misma mujer… y Luna percibe su progresivo distanciamiento.
Asistimos a un choque de mentalidades al confrontar el liberalismo de unos musulmanes occidentalizados con la estricta religiosidad de otros que entienden la vida de manera más radical. Una dualidad encarnada en la pareja protagonista, en cuya relación quedan reflejados los dos mundos y la dificultad para conciliarlos. De su progresiva evolución depende la verosimilitud de la historia, y tanto Zrinka Cvtesic y Leon Lucev consiguen transmitirnos con hondura su necesidad de afecto y consuelo, y también la transformación de su cariño inicial en desconcierto y perplejidad. En este caso, se imponen las mentalidades sobre el amor, y el espectador contempla a un Amar sincero en su incapacidad para superar unas tradiciones irracionales y obsoletas, y también a una Luna con prejuicios contra la religión y abocada a elegir entre permanecer fiel a sus ideas o incorporarse al nuevo mundo de él. En este sentido, Jasmila Zbanic cuida y respeta a los personajes, y se queda con ellos en medio de un ambiente cerrado e impermeable, como si el amor y la religión marcharan por sendas dispares.
La otra clave para el éxito de la cinta era evitar el maniqueísmo simplista que enfrentase fundamentalismo y laicismo. La directora bosnia acierta al no presentarnos a los islamistas religiosos como fanáticos violentos sino como personas de buen corazón y alma serena, al buscar los matices e intentar entender sus esquemas vitales, al acercarnos a su espiritualidad a través de unas preciosas plegarias cantadas. Sin embargo, todo se queda en un formalismo moral asfixiante y sin hondura que se reduce al pecado, en una espiritualidad de “reglas exteriores” que va unida a una actitud despectiva hacia la mujer, y en un halo de misterio y rareza… que provoca el rechazo de un espectador que –con la directora y de su mano–, se sitúa más próximo al vitalismo y liberalismo de Luna, una azafata de líneas aéreas que no quiere que se le corten las alas… ni siquiera con ese nacimiento tan ansiado que está “en camino”. En este sentido, la aproximación equilibrada es solo aparente, y sutilmente acaba identificando religiosidad con integrismo, laicismo con modernidad.
Los traumas de la guerra y la necesidad de encontrar la paz interior, la búsqueda de la felicidad poniéndose en camino y mirando al progreso –no es gratuita la profesión de Luna, como tampoco la de Amar–, y la dificultad para conciliar mentalidades aunque tercie el amor… porque la intolerancia es mayor. Estamos ante las mismas notas que encontrábamos en su primera película y ante una visión un tanto pesimista del futuro en estas encrucijadas que parecen un permanente polvorín social. Buen guión y ritmo dramático para una película compleja y atrevida, que tiene una ambientación muy conseguida y una Zrinka Cvtesic que hace un gran papel. La cinta estuvo presente en la Sección Oficial de la última Seminci, y tuvo una buena acogida aunque se fuera sin premio.
Calificación: 7/10
En las imágenes: Fotogramas de “En el camino” – Copyright © 2010 Deblokada Prodkcija. Distribuida en España por Golem. Todos los derechos reservados.