La nave comercial Nostromo regresa a la Tierra transportando veinte millones de toneladas de minerales esenciales extraídos en el remoto planeta Thedus. Pero la computadora central capta una transmisión de emergencia e inicia el protocolo establecido por la compañía Weyland-Yutani. Los siete tripulantes, que pasan el larguísimo viaje sumidos en un estado de hipersueño, son despertados. Creyendo que ya están cerca de la Tierra, empiezan a creer que su misión ha terminado. Por desgracia, seis de ellos desconocen el peligro que les acechará y la conspiración que subyace tras todo ello.
Como una metáfora brillante del destino aciago que les espera, Ridley Scott nos muestra al segundo de a bordo, Kane (John Hurt), siendo el primero en despertar. Una terrible premonición, un símbolo de lo que le aguarda en primer lugar...
Aprovecho la oportunidad para recordar que el próximo viernes 16 de diciembre, Phenomena vuelve a proyectar Alien en la superpantalla del cine Urgel junto a otra obra maestra: Tiburón.