En el fútbol cabe todo

Publicado el 20 septiembre 2016 por Joseluisortin
Desde la belleza y la plástica al esperpento o la tontuna, pasando por el esfuerzo, la suerte, la emoción, la generosidad, la economía, el aburrimiento y hasta la lealtad eterna. Es su grandeza. Lo que hace que su popularidad, lejos de menguar por flaquezas y debilidades que también le asolan, se amplíe a escala mundial sin dejar de ser un juego. De ahí los locos horarios que padecemos en la Liga. Decía la presidenta del Leganés que opinaba con libertad porque de fútbol no entiende nadie. Y no le falta razón a esta señora que presume de un equipo en Primera que lo van  a conocer hasta en la Cochinchina. Y se dio a conocer este club recién ascendido queriendo jugarle al Barça de tú a tú  con solo tres defensas frente al trío diabólico Messi, Suárez y Neymar, que jugaron al futbolín en el justito estadio de Butarque. Un suicidio deportivo con la galanura por bandera, en lo que también supone una ensoñación de grandeza de un pequeño frente a un grandísimo. Y como parte de esa amplitud de registros que antes decíamos, en esa hora impropia para lo que acostumbramos en España también hubo lugar para la tontuna, de la que sin embargo no andamos faltos. Laudrup, aquel elegantísimo jugador que ahora comenta partidos, lo señaló sin ambages: “cuando vas ganando cuatro a cero no es necesario provocar al contrario”. Pero a ese tan buen futbolista como gilipollas esférico – por donde lo mires-  que atiende por Neymar no lo va a cambiar nadie. Ni tampoco su cara sobrada de niño tonto. A más de uno, cuando se pone a dar toquecitos humillantes frente a cualquier rival que ya carga con un saco de goles, le sale aquello de “ a ese imbécil le partía yo el alma”.  Algún día se la partirán, y entonces quizá salgan otros tontos grandiosos inventándose cualquier campaña anticulé, por ejemplo, sin reparar en que seguramente deberían haberle inculcado antes ciertos valores deportivos que otros azulgranas de verdad, como Xavi o Pujol, tanto han lucido por todo el mundo. Y dentro de ese calidoscopio gigantesco que es el fútbol, hemos podido disfrutar estos días la belleza estética de la sinfonía de goles que le endosó el propio Barça al Celtic de Glascow y de la emoción que supuso el final del partido del Madrid frente al magnífico Sporting de Lisboa. Pero ambas realidades futboleras se superaron en el derbi de Manchester entre los de Guardiola y Mourinho en la Premier. ¡Qué partidazo de fútbol grande!, que vino a ser el preludio de lo que los del City están haciendo también en Europa. Este año hay otro invitado en el exclusivo club de los aspirantes a la corona continental. Al Madrid, Barça y   Bayern, junto al mismo Atleti o a la Juventus,  se les ha colado un quinto en escena; que se aprieten los machos, igual que sus estrellas. Silva, De Bruyne o Agüeropueden ponerles los pavos a la sombra. A Zidane y Luis Enrique les sobran artistas donde elegir, y Simeone parece que ha encontrado el ungüento para engrasar la mejor plantilla que le ha puesto el Atlético. Este año habrá más competencia en el campeonato doméstico. Y más diferencia entre esos tres grandes y el resto, que puede ser abismal. En realidad, se jugarán dos competiciones. Una por arriba entre ellos  y otra por en medio y abajo con el resto de primeras. Y en Murcia, por fin el UCAM ganó su primer partido en Segunda. Tan importante victoria en Valladolid, que puede marcar su temporada por lo que supone de afianzamiento, fue en el partido más inesperado por el juego desigual ofrecido dentro de su clara progresión, con algunos jugadores como Tekio, Tito y Juande que lo evidencian.  Dos caras distintas con el mismo fondo lucido hasta ahora. Uno recordando la sobriedad del año anterior, y otro con aisladas jugadas de ataque con la partitura que se estila en la categoría: juego rocoso atrás y en medio y acciones esporádicas arriba con una o dos individualidades que marcan pequeñas diferencias. Tras ver al meritorio UCAM jugar con el Zaragoza, Córdoba, Elche o Valladolid se evidencia esa falta de calidad generalizada, y uno añora al antiguo Real Murcia, el auténtico, con futbolistas legendarios que hicieron grande La Condomina, llena, mandando en segunda contra equipos más notables ¡Qué tiempos! ¿Cuándo se enterarán algunos murcianos que es hora de sumar y no de restar?