Revista Cultura y Ocio

En el olvido y Otra corriente juntos por la dignidad de los enfermos de Alzhéimer

Publicado el 08 enero 2014 por Albilores @Otracorriente

corto en el olvido-¿Cómo estás?- Me he perdido. Así comienza la historia de En el olvido, un cortometraje de sensibilización al Alzhéimer  rodado con coste cero y sin ánimo de lucro.

Desde Otra corriente hemos querido apoyar este brillante trabajo, encabezado por Beatriz Tante, una prometedora guionista, y dirigido por Alberto Collado e interpretado por Osvaldo Cipriani y Bernar Caldevilla, que logra que nos solidaricemos con las miles de personas y familias que, por desgracia, lo sufren cada día.

Como otras muchas, el Alzhéimer es una enfermedad incurable que trastoca de manera total la vida cotidiana de las personas que la tienen y de sus familias. Esta situación se recoge en En el olvido sensacionalmente, especialmente en el cruce de miradas que sucede entre el hijo –que se da  cuenta de que su padre no recuerda nada de lo que le está hablando- y el padre –que intenta disimular forzosamente para procurar que su hijo no se dé cuenta de la gravedad de su enfermedad- un día a día durísimo y habitual en la vida de las familias que lo padecen.

Además, el corto está apoyado por numerosas asociaciones, fundaciones y otros organismos relacionados con el Alzhéimer, que participan en su divulgación. Por ahora ya ha recorrido gran parte de España y Latinoamérica a través de diferentes medios. En Costa Rica se ha proyectado ya en televisión.

La enfermedad de Alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales -la forma más común de demencia-, es incurable y terminal y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad, aunque no exclusivamente.

Se caracteriza por una pérdida de la memoria inmediata y otras capacidades mentales a medida que las neuronas mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada, después del diagnóstico, de 8 a 10 años, si bien, esto varía según el estado de la enfermedad en el momento del diagnóstico.

Debido a que el Alzhéimer no tiene cura, el paciente cae en un estado de imposibilidad de autosuficiencia para cuidar de sí mismo, por lo que los cuidados por terceros son una medida vital para esa deficiencia y deben ser abordados cuidadosamente ya que puede llegar el momento en el que el enfermo no sea capaz de alimentarse a sí mismo. Durante las etapas finales de la enfermedad, el tratamiento se centra en mantener la calidad de vida hasta el fallecimiento.

La causa del Alzhéimer sigue siendo un misterio y objeto de estudio por parte de la medicina. Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay aún nada que retrase o detenga el progreso de la enfermedad. Actualmente, gracias las investigaciones de los últimos años, se ha probado la eficacia de fármacos que mejoran el comportamiento del enfermo en cuanto a la apatía, la iniciativa y la capacidad funcional y las alucinaciones, recuperando calidad de vida tanto del enfermo como de toda la familia que lo rodea.

Se están realizando experimentos con vacunas para parar la enfermedad. Estudios recientes muestran que la administración de insulina por vía intranasal mejora la función cognitiva de pacientes normales y con Alzhéimer.

Otra de las áreas de investigación es la medicina regenerativa. Se trata de inyectar en el cerebro del paciente células madre embrionarias o adultas para intentar detener el deterioro cognitivo. Ya se han hecho experimentos en humanos con avances positivos mostrando resultados esperanzadores.

En Otra corriente no somos médicos, ni tampoco científicos, pero sí nos preguntamos si la retirada de ayudas para la investigación científica por parte del gobierno y la fuga de científicos españoles a otros países perjudicará crucialmente a más de 8000 personas a las que afectará el Alzhéimer en un futuro, como nos informan en el final del corto, según la S.E.N. (Sociedad Española de Neurología).

De la misma manera nos preocupa cómo afectará la retirada de los medicamentos con receta de muchos de estos tratamientos, lo que encarecerá de manera desproporcionada la vida de estas personas –y su propia dignidad como seres humanos-, así como la retirada de las subvenciones que estas personas y otras aquejadas de otras enfermedades, cuyos tratamientos son vitalicios y a la larga muy caros, y que necesitan para poder ser cuidadas por terceros en estos momentos, recordando que este no es un problema de otros, ya que dependientes llegaremos a ser todos, en mayor o menor grado, más tarde o más temprano.

Esperemos que los que no recuerdan no caigan En el olvido. 

                          

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