Título: En el País de la Nube BlancaAutora: Sarah LarkEditorial: Zeta Bolsillo, 2013Páginas: 752.
Resumen oficial.
Una inolvidable saga familiar en el exótico marco de Nueva Zelanda.
Londres, 1852: dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen.
Gwyneira, de origen noble, está prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, institutriz de profesión, ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero. Ambas deberán seguir su destino en una tierra a la que se compara con el paraíso. Pero ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?
"En el país de la nube blanca", el debut más exitoso de los últimos años en Alemania, es una novela cautivante sobre el amor y el odio, la confianza y la enemistad, y sobre dos familias cuyo sino está unido de forma indisoluble.
Impresión personal.
Por fin he conseguido vencer el "miedo al tocho" y ponerme con esta Trilogía tan famosa. Mi primer acercamiento no ha estado mal y he de decir que el libro me ha gustado mucho y que a pesar de sus más de setecientas páginas, me ha tenido pegada a ellas de principio a fin. Creo que Sarah Lark es una gran contadora de historias, muy hábil, centrándose en aquellos aspectos que sabe que más van a llamar la atención de sus lectores, aunque en ocasiones me hubiera gustado que incidiera más en algunos aspectos por los que pasa o abandona demasiado pronto para mi gusto. Así que me ha gustado mucho pero también me hubiera gustado aún más si hubiera incidido con mayor énfasis en los temas que os comentaré en esta impresión. Supongo que algunas de esas carencias pueden quedar solucionadas en los dos volúmenes que aún me restan de esta Trilogía.
No obstante, Nueva Zelanda, una gran desconocida para mi, ha quedado perfectamente perfilada en mi mente. Sus paisajes, parte de su historia, su economía en la época en que se desarrolla la novela con sus grandes fincas dedicadas a la cría de ovejas, la captura de focas y ballenas o la búsqueda de oro, una economía incipiente pero próspera día a día.
La novela tiene un ritmo dispar aunque ello no ha influido en que me haya gustado. En principio, la primera parte es absorbente y hace que te enganches sin remedio con la presentación de los personajes y su viaje en barco hacia la isla. Sin embargo, tras esta parte parece que la historia se ralentiza. Perdemos a las seis huérfanas que viajan en el barco junto a Helen, aunque luego las vamos recuperando poco a poco, somos testigo de la historia de amor de Gwyneira y conocemos muy de pasada la vida de los maoríes y muy en profundidad los detalles de la vida en las dos fincas. Y la última parte, es de vértigo, tan de vértigo que no se puede dejar de leer porque todo ocurre muy rápido, muchas cosas a la vez, muchos personajes relacionados y un final apoteósico aunque predecible en cierta manera. Creo que esta diferencia de ritmo es normal en un libro con tantas páginas y ya digo que no he pensado en ningún momento que fuera un inconveniente para seguir leyendo.
Creo que es recomendable leer esta historia. Es una historia de mujeres aparentemente blandas y conformadas por una época que las pretende aniquilar como personas independientes y que, sin embargo, demuestran ser todo lo duras, valientes y constantes que la situación de sus vidas les exige. Es la historia de una lucha sin tregua y la victoria de la inteligencia frente a la fuerza. También es parte de la historia de una tierra lejana, de lo que era y de lo que se pretende que sea por parte de los autóctonos y los que llegan disfrazados de civilización.