Revista Salud y Bienestar

En España se dan la mitad de casos de artritis idiopática juvenil que en el norte de Europa

Por Fat
España cuenta con dos estudios epidemiológicos sobre esta enfermedad, uno realizado en Asturias y otro en Cataluña. Según el estudio catalán, la prevalencia de la AIJ es de 40 casos por cada 100.000 niños por debajo de 16 años. “Esto indica que por cada dos colegios existe un paciente con la dolencia”, comenta la doctora la doctora Consuelo Modesto, de la Unidad de Reumatología del Hospital Universitario Vall D’Hebrón, en Barcelona. “Estos datos no se pueden extrapolar a todo el país, donde habría que hacer una investigación con la población total”.
Comparando estos datos con trabajos realizados en otros países europeos, se ha podido comprobar que la prevalencia de los casos de nuestro país es la mitad que en otros situados más al norte de Europa como Estonia, al igual que la incidencia con respecto a Suecia. “Esto nos lleva a pensar que el área mediterránea está parcialmente protegida, no sólo por sus constituyentes genéticos, ya que creemos que los componentes ambientales juegan un importante papel”, subraya.
La artritis reumatoide y la artritis idiopática juvenil (AIJ) sólo tienen dos cosas en común, parte de su nombre y que se trata de enfermedades reumáticas, inflamatorias y autoinmunes. Mientras que la primera se da en adultos, la segunda se presenta en niños y adolescentes, la mayor parte de las veces de forma crónica, lo que puede llegar a ocasionar una marcada discapacidad en esta franja de edad que posteriormente se trasladará a la madurez.La artritis idiopática juvenil es la patología más frecuente en Reumatología Pediátrica y a la vez una de las menos definidas por su carga genética. “Hoy por hoy conocemos que existen determinados alelos -HLA A, DR y DQ- que incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad en una forma que afecta a pocas articulaciones y se asocia a la inflamación ocular”, apunta la doctora Consuelo Modesto, de la Unidad de Reumatología del Hospital Universitario Vall D’Hebrón, en Barcelona.“Por desgracia no contamos todavía con la misma información para otras variantes, como es la artritis idiopática juvenil sistémica”.
Por el contrario, otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, cuentan con una gran similitud genética y clínica en niños y adultos, existiendo diferencias reseñables entre las distintas etnias.
La novedad y el avance que han supuesto los fármacos biológicos en el tratamiento de dolencias reumáticas autoinmunes en la edad adulta, han traído consigo una nueva esperanza para mejorar la calidad de vida de la población infantil, pero también algunas reticencias por no haber aún datos de su beneficio/riesgo a largo plazo. “Los niños hoy en día pueden ser tratados con todos los agentes biológicos que tenemos en el mercado y con más seguridad que en el adulto”, explica la experta. “Las razones son claras: por un lado los órganos del niño son jóvenes y no suelen tener fallos hepáticos, cardíacos o renales; y por otro, es muy raro que la población infantil haya estado expuesta a gérmenes peligrosos para el tratamiento con anti-TNF, como puede ser la tuberculosis”.
La doctora Modesto deja claro que aunque el tratamiento con estos fármacos en artritis idiopática juvenil comience a una edad temprana, no tiene por qué prolongarse durante toda la vida. “Un niño puede entrar en remisión completa a los pocos años de terapia y no volver a requerirla nunca más. De todas formas, hemos de ser conscientes de que estamos tratando un organismo en crecimiento, y esto también puede agravar algunos factores de riesgo”.
Los datos a día de hoy son esperanzadores, ya que entre el 60 y el 70 por ciento de los pacientes con artritis idiopática juvenil estarán libres de la enfermedad a los 18 años, cosa que no ocurrirá con el 30-40 por ciento restante, en los que la dolencia permanecerá activa una vez superada esta barrera de edad.
Según la doctora Modesto, “es muy necesario crear consultas de transición en los grandes hospitales donde estos pacientes puedan pasar de una consulta pediátrica a otra de adultos sin sufrir las consecuencias de un cambio de médico o de sistema”.El futuro en el tratamiento de esta dolencia se vislumbra positivo también gracias a las nuevas prótesis biológicas, aun en fase experimental, con estructuras de hidroxiapatita que ahora mismo se están estudiando y que se podrían aplicar con resultados muy buenos en pacientes jóvenes.El presente, al igual que en el adulto, se centra en el diagnóstico y tratamiento tempranos. “Merece la pena hacer un esfuerzo para formar a profesionales que sean capaces de reconocer y tratar estas enfermedades de forma precoz, que puedan servir como unidades de referencia”, insiste la experta.
**Publicado en "El Médico Interactivo"

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