No se trata de un tema baladí, ni mucho menos. Ahora, la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha planteado la posibilidad de imponer sanciones económicas a aquellos padres "irresponsables" que no contribuyan a combatir el consumo de alcohol por parte de sus hijos. Esto es, a quien pillen borracho en un botellón, multa al canto a los padres y asistencia obligatoria a los dos a cursillos de concienciación. Lo segundo me parece muy bien, pero lo primero no. Tal y como han manifestado las asociaciones de padres de todo tipo en España, siempre hacemos las cosas al revés, primero multamos y luego intentamos darle solución. Como en Tráfico, igualito. No buscamos disuadir y reducir accidentes, sino recaudar. Y en este asunto parece que los derroteros vayan por el mismo lugar... Lo que digo de Tráfico, antes de que nadie me lo rebata, voy a explicar un caso que ya he contado alguna vez (creo) en este blog. Hace algunos años, trabajaba en una empresa a la que se accedía a través de autovía. Sin embargo, unos kilómetros antes de llegar, había un arcén especialmente ancho a la derecha donde se ubicaba una parada de autobús, justo en medio de una curva peligrosa. Lo primero de todo, hay que darle un premio a quien diseñó y decidió poner una parada de autobuses en plena curva y en plena autovía. Lo lógico, si es que se quiere evitar accidentes en ese punto negro, sería que la Guardia Civil de Tráfico se situara antes de la curva, para disuadir a los conductores y que así levantaran el pie del acelerador. Sin embargo, el afán recaudatorio, hace que cuando empieza la curva ponen un radar y tras pasar la peligrosa curva, está la Guardia Civil multando a diestro y siniestro. Que me digan a mí que no hay afán recaudatorio en una actuación como ésta, que debe ser una más entre las que hay en España. Pues con lo del botellón y lo de la multa a los padres igual. Primero habría que investigar las causas del "botellón". Los precios que los pubs piden por un cubata "aguado" que equivale prácticamente al de una botella del mismo alcohol. También hay que estudiar la falta de alternativas a las salidas nocturnas en las que para divertirse, la juventud se emborracha. Y no hablo de salidas laborales ni nada de eso, que también. Hablo de actividades, de deportes, de concienciar en las escuelas e institutos... pero eso no da dinero ¿verdad señora Ministra? Ya lo pasan/pasamos bastante mal los padres intentando controlar las salidas nocturnas de los fines de semana de nuestros hijos, el preocuparnos porque no se emborrachen, como para que encima, si nos engañan nuestros hijos por los motivos expuestos, se nos multe. Es que además, obligan a los médicos que presten ayuda a menores por problemas por excesiva ingesta de alcohol a informar también. De momento es un borrador de ley, pero se habla de una implantación similar a la de la ley anti-tabaco. Es decir, pasamos de la noche al día en 24 horas. El caso es que lo único que hacemos es "copiar" lo malo de las leyes norteamericanas y europeas más restrictivas... hacemos lo que ellos hacen... pero con la diferencia de que en España, la multa va siempre por delante. Si la Policía sorprende bebiendo a un chico de menos de 18 años, la multa mínima (para los padres) importará un mínimo de 300 euros. Para quien incite a beber, venda o promocione bebidas alcohólicas para niños y adolescentes, 600.000€. Ahí no tengo nada que decir, puesto que muchos se aprovechan de esta fiebre de emborracharse que por cierto, ocurría cuando yo era adolescente y cuando mis padres también lo eran... no es una moda nueva. Pero estemos en crisis o no, hay que recaudar...
No se trata de un tema baladí, ni mucho menos. Ahora, la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha planteado la posibilidad de imponer sanciones económicas a aquellos padres "irresponsables" que no contribuyan a combatir el consumo de alcohol por parte de sus hijos. Esto es, a quien pillen borracho en un botellón, multa al canto a los padres y asistencia obligatoria a los dos a cursillos de concienciación. Lo segundo me parece muy bien, pero lo primero no. Tal y como han manifestado las asociaciones de padres de todo tipo en España, siempre hacemos las cosas al revés, primero multamos y luego intentamos darle solución. Como en Tráfico, igualito. No buscamos disuadir y reducir accidentes, sino recaudar. Y en este asunto parece que los derroteros vayan por el mismo lugar... Lo que digo de Tráfico, antes de que nadie me lo rebata, voy a explicar un caso que ya he contado alguna vez (creo) en este blog. Hace algunos años, trabajaba en una empresa a la que se accedía a través de autovía. Sin embargo, unos kilómetros antes de llegar, había un arcén especialmente ancho a la derecha donde se ubicaba una parada de autobús, justo en medio de una curva peligrosa. Lo primero de todo, hay que darle un premio a quien diseñó y decidió poner una parada de autobuses en plena curva y en plena autovía. Lo lógico, si es que se quiere evitar accidentes en ese punto negro, sería que la Guardia Civil de Tráfico se situara antes de la curva, para disuadir a los conductores y que así levantaran el pie del acelerador. Sin embargo, el afán recaudatorio, hace que cuando empieza la curva ponen un radar y tras pasar la peligrosa curva, está la Guardia Civil multando a diestro y siniestro. Que me digan a mí que no hay afán recaudatorio en una actuación como ésta, que debe ser una más entre las que hay en España. Pues con lo del botellón y lo de la multa a los padres igual. Primero habría que investigar las causas del "botellón". Los precios que los pubs piden por un cubata "aguado" que equivale prácticamente al de una botella del mismo alcohol. También hay que estudiar la falta de alternativas a las salidas nocturnas en las que para divertirse, la juventud se emborracha. Y no hablo de salidas laborales ni nada de eso, que también. Hablo de actividades, de deportes, de concienciar en las escuelas e institutos... pero eso no da dinero ¿verdad señora Ministra? Ya lo pasan/pasamos bastante mal los padres intentando controlar las salidas nocturnas de los fines de semana de nuestros hijos, el preocuparnos porque no se emborrachen, como para que encima, si nos engañan nuestros hijos por los motivos expuestos, se nos multe. Es que además, obligan a los médicos que presten ayuda a menores por problemas por excesiva ingesta de alcohol a informar también. De momento es un borrador de ley, pero se habla de una implantación similar a la de la ley anti-tabaco. Es decir, pasamos de la noche al día en 24 horas. El caso es que lo único que hacemos es "copiar" lo malo de las leyes norteamericanas y europeas más restrictivas... hacemos lo que ellos hacen... pero con la diferencia de que en España, la multa va siempre por delante. Si la Policía sorprende bebiendo a un chico de menos de 18 años, la multa mínima (para los padres) importará un mínimo de 300 euros. Para quien incite a beber, venda o promocione bebidas alcohólicas para niños y adolescentes, 600.000€. Ahí no tengo nada que decir, puesto que muchos se aprovechan de esta fiebre de emborracharse que por cierto, ocurría cuando yo era adolescente y cuando mis padres también lo eran... no es una moda nueva. Pero estemos en crisis o no, hay que recaudar...