En esta selva de melancolías, de nuevo despierto con el s...

Por Ada

En esta selva de melancolías, de nuevo despierto con el sonido de la lluvia. Me pregunto si borré todos los códigos, si apagué todas las hogueras, si Tarzán volverá a rescatarme o a buscar mis restos momificados y los arrastrará hasta la piel de las olas. Nunca antes enloquecí, nunca antes que recuerde. Otra vez esa voz como gota de arena que raspa el tiempo que cae al otro lado. Demenciada, en una habitación repleta de signos que conocí alguna vez. Oigo la voz que rebota contra mí, pero me he quedado fuera de mí, lejos de mí. Con el movimiento simétrico de la huida, como un sueño en tránsito en el que algunos días no se sabe de tristezas. Mis intentos para dejarme querer se suicidan cada segundo, y yo me quedo parada y expectante. Digo adiós con una mano que no sé estirar, y alargo la otra que es metálica y digo adiós con los ojos y con ceniza de alma, mientras se alejan por un puente con alas hacia alguien mejor. Ya no hay exploradores arriesgados.
MARÍA JESÚS SILVAFotografía: Habitación de hotel de Edward Hopper