¿En esto consiste el periodismo?

Publicado el 19 marzo 2011 por Imoran
Llevo tiempo sin aparecer por aquí, pero todo tiene su razón de ser. Estoy ensimismada en la tesina que he de presentar en pocos meses, pero a esto se suma una especie de desencanto con la profesión periodística.
Si por algo me he caracterizado a lo largo de los escritos que voy dejando en el blog es por mi actitud crítica, a veces acertada, otras no tanto, pero siempre desde el profundo respeto que profeso al ejercicio del periodismo.
Confío en que este desencanto sea pasajero, que en poco tiempo y sin darme cuenta, la ilusión por el periodismo vuelva a llenarme. Pero con noticias como éstas, la situación no ayuda :
  1. "El Supremo condena a Telemadrid y El Mundo TV por un reportaje sobre el 11-M". Lo que no indican en el titular es que la sentencia es por errar periodísticamente de forma evidente: confundir a una persona con el colaborador de los terroristas del 11-M. Según un extracto de la noticia: "La falta de veracidad determina que haya de prevalecer el honor del ofendido en este caso concreto" (...) El Alto Tribunal critica a los autores del reportaje por "haber omitido la diligencia exigible de comprobar con la debida seguridad que las identidades proporcionadas respecto de los terroristas islamistas se correspondían con las imágenes que se emitían".
  2. "The Washington Post pide disculpas por un plagio". Una periodista premio Pulitzer se 'rebaja' a plagiar párrafos enteros de la publicación Arizona Republic Newspaper y se disculpa por ello. Vale, al menos se ha disculpado, pero ¿no conoce de sobra que el plagio, además de ser ilegal, en periodismo está condenado? ¿Qué pensarían de un escritor o creador que plagia a otro?
Del otro lado tenemos noticias como ésta: "IU vuelve a insultar a un periodista sevillano desde la tribuna del Pleno". Basta ya, por favor, de ponernos trabas, ya sabemos que no somos perfectos, que comentemos errores y faltas, al fin y al cabo también somos humanos. Pero por favor, sin llegar a estos extremos de faltarnos el respeto por el hecho de hacer (mal o bien, en eso no entro) nuestro trabajo. Hay muchas formas de reprendernos si hacemos algo mal, pero el insulto no. Ánimo desde aquí para Alberto García Reyes, con quien tuve el place de coincidir en ABC muy poco tiempo pero el suficiente para saber de su gran profesionalidad.
Menos mal que siempre aparece un rayo de luz a todo esto, y entrevistas como la de Ana Pastor a Ahmadineyad me devuelven poco a poco la ilusión...