En exclusiva (Carta de la madre de Solo) "Enlazados

Por Miss_cultura @miss_cultura


Buenos dias a todos/as: Gracias al autor Carlos y a la editorial os dejo una carta inedita de la madre de uno de los protagonistas a este, es Solo, no he podido poner el emoticono en la primera "O" bloguer se puso un poco tonto, pero espero que las personas que habeis leido el libro os animeis ...
Querido hijo:  Te escribo esta carta de despedida para decirte todo lo que no me atreví a confesarte cuando los soldados de Armex vinieron a reclutarme. Te prometí que volvería a casa contigo al terminar la Selección, pero sé que no podré cumplirlo. Lo supe desde el momento en el que escuché mi nombre a través de los altavoces. Estar entre los seleccionados por Madre para competir por la presidencia de la República es el mayor honor en la vida de un republicano. En cambio, yo me siento muy desgraciada porque ahora sé que no volveré a verte nunca más. En la Selección, la lucha por el título se librará a muerte. Nunca he acabado con ninguna vida humana aunque, llegado el momento, sería capaz de hacerlo. Podría matar a cualquiera de los candidatos que Madre ha elegido para representar al resto de las empresas de la República. Sería capaz de asesinarlos a todos si con eso consigo volver a estar contigo. Los mataría a todos ellos, menos a uno: tu padre. Esta vez no habrá diez candidatos sino que los elegidos somos once: tu padre y yo representaremos a Ingeniex porque el rendimiento de nuestros procesadores está igualado. La Constitución Biónica contempla la posibilidad de que ganemos juntos, pero sé que Madre no lo permitirá. Ella busca al republicano más inhumano de todos, es el único a quien escuchará, y sabe que tal vez existan dos procesadores con las mismas puntuaciones, pero que no hay dos corazones iguales. Ojalá el mío fuera tan fuerte como el de tu padre. Yo nunca he sido capaz de amar a la República y a ella por encima de todas las cosas. El vínculo que siento por tu padre es más fuerte que todo eso, y el que siento por ti es inquebrantable. Poco importa cuánto investiguemos en Ingeniex: no existe ninguna aplicación que pueda censurar la unión entre una madre y un hijo, ni tampoco entiendo por qué Madre quiere protegernos de algo tan hermoso como eso… Hay muchas las cosas que nunca comprenderé de la manera en que Madre gestiona la República. ¿Qué sentido tiene enfrentar entre sí a los mejores republicanos? Ella asegura que la coalición no es posible, dado que el pecado capital de la envidia no lo permitiría. Si no competimos bajo su control, lo haremos después de un modo más salvaje. Sea o no así, carezco del valor necesario para cuestionar su mandato, aunque sí tengo miedo de decir algo como esto en voz alta, algo que ni siquiera me he atrevido a compartirlo con tu padre. Todavía eres demasiado pequeño para comprenderlo; pero sé que a ti sí que puedo confesarte lo siguiente: hay algo que no funciona en la República. No tiene sentido que Madre nos prohíba sentir. No tiene sentido que le pertenezcamos. S lo, sé que tú eres como yo, que tú también eres diferente. No lo creo sólo porque el rendimiento de tu procesador se duplica a diario, sino porque lo veo en tus ojos, que son verdes como los míos, aunque están rodeados de fuego. Tu mirada es la de un rebelde. También sé que no existe ninguna aplicación para apagarlos. Por eso tengo miedo de que ese fuego que se aviva en tu interior te lleve hasta algún lugar muy peligroso. Pensar en eso me da más miedo que mi propia muerte. Ojalá pudiera estar a tu lado mientras creces para apagarlo... aunque sé que serás más valiente que yo, que serás capaz de escuchar todas las preguntas que yo acallo en mi cabeza. Esta carta es una despedida que leerás cuando seas mayor, S lo: mi despedida. Ojalá no lo fuera, y ojalá pudiera vivir junto a ti hasta que te conviertas en el hombre que sé que serás. Pero voy a morir en la Selección, pues ése es mi destino. Tú tendrás que averiguar por ti mismo cuál es el tuyo. No dejes nunca que Madre lo decida por ti. Sé que es difícil, pero te ruego que comprendas a tu padre y lo que va a hacer. La culpa no es suya, sino de Madre y de todas las aplicaciones que ha descargado en su procesador para censurar sus sentimientos. Ella es la única culpable de mi muerte. Te deseo toda la suerte del mundo en la vida, So lo, y quiero decirte algo que nadie te dirá en la República porque Madre nunca lo permitiría: Te quiero, So lo.