Imagen: zonamileurista.blogspot.com
Ya está en manos del Gobierno de la nación. Ya tienen en su poder el esperado documento sobre la reforma tributaria que la comisión de expertos que trabaja para nuestro ejecutivo tiene a bien considerar necesarias para que España sea competitiva y se pueda reflotar el país. Se trata de más de 440 páginas que concentran 125 propuestas y que suponen 270 cambios tributarios.
Ayer, este consejo de sabios, cuya sapiencia nos obnubila, le entregaba al ministro Cristóbal Montoro el citado informe con la intención de que el Consejo de Ministros la estudie este viernes. Mucha tarea tienen por delante Mariano Rajoy y los suyos con tal tocho de papeles, llenos de ecuaciones, derivadas, senos…matemáticos se entiende, e incluso cosenos. Claro que dicho así resulta imposible de creer que los ministros de este país se pongan a hacer cuentas. En todo caso hay que decir que el trabajo ya está hecho y ellos evaluarán si realmente favorece o no al país.
Y entre lo expuesto por estos buenos señores, versados en la materia, uno de los puntos habla de una posible nueva subida del IVA. Aunque a los canarios poco nos debería importar teniendo IGIC. Siempre y cuando aquí no piensen en hacer algo similar.
Pero entre todo lo que se plantea, al parecer, el gobierno quiere en materia de tributación fomentar que los ciudadanos guarden parte de su renta o la inviertan en planes o fondos de pensiones, por lo que se introducirían nuevos incentivos al ahorro. ¿Y en qué consistirían estos incentivos me pregunto yo? ¿En regalar una bonita cubertería a todos aquellos que abran una libreta de conservación de capital como se hacía antes en las Cajas de Ahorros?
Porque ya tiene que ser muy atractivo ese incentivo como para que el españolito de a pie dé parte de su paupérrimo salario a una entidad financiera. Sobre todo después del timo de las preferentes o las cláusulas suelo. Que aunque quieran que la gente se olvide, hasta que no se devuelva el último céntimo no lo haremos.
Aunque pensándolo bien, quizá no sea tan mala idea invertir en algún plan que me ofrezca el banco de turno para que luego esto me beneficie a la hora de hacer mi declaración de la renta. Porque mientras el banco me da un interés del 1% por tener mis ahorros en su entidad financiera, me quita el 4% en comisiones. Pero menos mal que el gobierno me ayudará en mi declaración de la renta a buen seguro dándome otro 1% por lo que al final solo perderé el 2% de mis ahorros. Ya tengo que ser muy idiota como para no darme cuenta de lo beneficioso que es todo esto, beneficioso para el banco.
Por eso no voy a guardar el poco dinero que pueda ahorrar en un banco en un plan, porque está claro que el único plan que persigue todo esto, es que haya dinero fresco para los partidos, que presuntamente puedan están apoyados por el sector financiero de cara a las elecciones. Y con mis ahorros no, porque tengo claro que el mejor lugar para que nadie te robe lo poco que tienes es, debajo del colchón.
Esta es la crónica habitual de un día como otro cualquiera…
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