Por: Antonia Muñoz
Me imagino que los mandamientos de la Ley de Dios que aprendimos desde que nos prepararon para recibir la Primera Comunión, están en desuso porque más de uno de los que se encargaban de impartir esas enseñanzas ahora no tienen ningún empacho en mentir y en bendecir a los encapuchados que participan en marchas violentas de la oposición; marcha donde algunos están contratados para, entre otras barbaridades, rociar con gasolina a un hermano y lanzarle un fósforo encendido para verlo correr y dar alaridos de dolor; mientras muchos espectadores se dedican a grabar la dantesca escena. La oposición no condena ninguno de estos asesinatos, se dedican a contar muertos y cargárselos al gobierno. Ellos están libres de toda culpa, casi que merecen subir a los altares como santos.
Un pastor amigo, a quien le confesaba la tristeza y frustración que produce a muchas y muchos esta forma de hacer política, me consolaba afirmando que se trata de UNA LUCHA DEL BIEN CONTRA EL MAL. Hay una hermana de sangre que muy a menudo me repite lo mismo. ¿Será que en la política venezolana están algunos diablos encarnados encargados de embrutecer al país a punta de mentiras y maldades? ¡Que el Señor Jesucristo derrame su misericordia infinita sobre nuestra nación y nos bendiga con abundante discernimiento y sabiduría para guiar a nuestra sociedad por el camino de la verdad, el respeto, la tolerancia, el amor al prójimo y el bien colectivo!
Con base a lo anterior, no podemos dejar de referirnos al ensayo electoral para la Constituyente convocado por el Gobierno Bolivariano y al paralelo e inconstitucional plebiscito convocado por la oposición; este último posteriormente convertido en consulta.La primera observación es que aparentemente, la convocatoria por parte de la oposición fue con la aviesa intención de buscar confrontación y si era con muertos mejor. Al final lograron una víctima en Catia, pero se puede deducir que la masacre planificada sería de mayor magnitud e importancia, ya que hasta su máximo jefe del norte estaba enterado que ocurriría. A nadie se le puede ocurrir que Trump con tantas ocupaciones se preocupe por algo que ocurre en Catia. Ciertamente la mentira tiene patas cortas. Como son mentirosos compulsivos difundieron por las redes el número de firmas, obviamente abultadas, que habían logrado en cada uno de los estados. Sin embargo, al rato salió un audio que descubre a dos tramposos del estado Aragua, agregando unas 50.000 firmas para que cuadrara con un embuste que ya habían enviado para Caracas. Ante trampas repetidas como esta, a uno le da tristeza que tales individuos pretendan gobernar nuestro país. Como embusteros y pendencieros, queman los cuadernos para que no haya forma que los militantes honestos puedan verificar nada. Eso se cuenta en otra parte y no se cree. Uno tiende a pensar que en esos comportamientos tan extraños tiene que haber un problema espiritual.
Finalmente, como la ley entra por casa, recomendamos a los líderes yliderezas de la revolución que practiquemos el optimismo con una buena dosis de realismo, no sea que transmitamos un triunfalismo exagerado que al final puede devolverse en contra nuestra cual boomerang. Recordemos que era un ensayo para familiarizarnos con lo del voto territorial y sectorial; por lo tanto, se habilitaron muy poca mesas por lo que era natural que se colapsaran los centros. Para quienes andan preguntando por resultados, les recordamos que la votación donde se cuentan los votos es el 30 de julio. Así que utilicemos los 9 días que nos quedan para convencer más no imponer, como nos dijera nuestro amado Presidente Chávez, el 20 de octubre de 2012, en su gabinete ministerial que bautizó como el Golpe de timón. ¡Chávez vive. La lucha por la Patria sigue!