'La boda real americana', porque así la denominaron los de allí ,se celebró ayer y de ella está todo dicho, y no pensaba comentar nada, una porque porque me pilló en la playa, y otra porque no me invitaron, pero tampoco invitaron a Obama, así que no se lo tomó a mal. Pero ha habido un detallito sin importancia que me ha llamado la atención y que no quiero dejar pasar por alto, dado su elevado interés para 'las necesidades fisológicas'...
Entre los cinco millones de dólares, que costó el evento, había una partida de 15.000, relativamente pequeña, destinada a algo muy especial. 'a los WC', porque Chelsea, no quería que sus invitados, tuvieran que sentar sus caras posaderas, en cualquier sitio, sino en WC de categoría, que además de cómodos y amplios, estuvieran equipados con todo lujo de detalles, como por ejemplo, sanitarios de fina y exclusiva porcelana, agua caliente y fría, climatización, música stereo, cuadros, flores frescas, pantalla plana de televisión, una azafata ¿? (¿para dar instrucciones de uso?) y personal de limpieza.
Así que instalaron seis WC portátiles de estas características, para que ninguno de sus 500 invitados, tuviera que apretar las piernas o hacer sus necesidades detrás de un matorral del jardín (que eso queda muy feo).
No me cabe la menor duda de que los invitados se llevarán un recuerdo inmejorable de todo el fiestón, podrán decir que 'hasta hacer pipi y popó, era un lujo' (¡Dios mío, qué fina me estoy volviendo! ¿Se me estará pegando algo de esta gente?).