Yo jugaba con los vecinos al escondite, a la botella, a pelota...
Tengo la suerte, y espero seguir teniéndola, que nos trasladamos a vivir a un pueblo, y que mi hijo va a poder disfrutar de jugar en la calle, de echo, ya lo hacemos, sólo aunque sea en el jardincito ya es mucho disfrutar y encima nuestra pequeña calle es semiprivada por decirlo de alguna forma. Así que podré tener la ilusión de ver a mi hijo corretear por la calle y no estar encerrado en casa frente a la tele o el ordenador, claro que jugará en casa, y claro que verá la tele, pero con medida.
Creo que la generación de nuevos padres ve las cosas de otra forma que la anterior.