Te presentas en la casa de un desconocido, dices "hello!" y te paseas por su salón y alrededores contemplando sus pinturas, esculturas, cerámicas, impresiones, joyería y demás art & craft para despedirte con el mayor de los respetos, porque has estado en la casa del arte.
La lucha del artista por encontrar un lugar donde exponer desaparece en este festival, donde incluso esta tienda de camas en un edificio rehabilitado es utilizado de galería. !Nada de dormirse! Queda mucho por ver.
Iglesias y colegios aparcaron su habitual actividad para ofrecer a los ciudadanos un espacio artístico donde adquirir piezas únicas de manos de los propios artistas. Fueran profesionales o aficionados, todos tuvieron cabida en el festival.
Los más pequeños de la casa fueron artistas por unas horas y decoraron sus hogares con estos robots improvisados, que te dan la bienvenida. Bop Bop!
Una artista enseña a niño como realizar una pieza de cerámica en un torno de pie. El festival estuvo lleno de oportunidades como ésta para descubrir los procesos artísticos juntos a los protagonistas que se ganan la vida esta manera.
Con un tiempo inmejorable los artistas se echaron a la calle para decorar paredes, suelos, camisetas y cualquier espacio disponible donde el color y el dibujo pudieran adherirse.
De esta guisa te encontrabas los salones de decenas de casas. Escenarios improvisados, lienzos a escala humana donde podías participar y hacer de ti una obra de arte. Aquí, una invasión monstruosa está apunto de tomar el Clifton Suspension Bridge.
Para acabar aquí tenéis la web del Festival, donde podréis echarle un vistazo a todo lo que se coció (con cerca de 30º británicos) este fin de semana por el Sur de Brístol.
SOUTHBANK BRISTOL ARTS TRAIL