A través de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) podemos saber que en la entrada de los colegios el aire está muy contaminado, la lectura de los valores de elementos tóxicos se encuentra en niveles de riesgo para la salud. El problema está causado por el retorno a la rutina laboral y el incremento significativo del tráfico en las grandes ciudades, la OCU propone soluciones como la utilización de medios de transporte no contaminantes, gestionar mejor los aparcamientos en las entradas de los colegios o reducir el tráfico en determinados lugares en horas punta como la entrada o salida del colegio.
Sin embargo, hay que decir que en general el nivel de contaminación ambiental en las grandes ciudades es elevado y mientras no se cambie definitivamente al uso de los medios de transporte eléctricos el problema persistirá, no se trata de reducir el tráfico en determinadas horas, no es una solución totalmente efectiva.
Sobre la contaminación ambiental y de los problemas que causa a la infancia ya hemos hablado en alguna ocasión, es interesante leer los siguientes post para concienciarnos sobre los peligros de la contaminación ambiental y cómo afecta especialmente a los más pequeños:
La exposición al plomo durante la infancia propicia la agresividad en estado adulto
Leucemia infantil y contaminación ambiental
Contaminación ambiental y la masculinidad
La contaminación atmosférica afecta al peso del bebé
Pero esto son sólo algunos ejemplos, son muchos los estudios que muestran cómo afecta el nivel de contaminación al desarrollo físico e intelectual de los niños. Retomando el estudio de la OCU hay que decir que se ha realizado en diferentes colegios públicos y privados de diferentes comunidades, Madrid, Valladolid y Toledo, se concluye que en las zonas escolares, los niveles de partículas contaminantes como por ejemplo el plomo, aumentan significativamente llegando a rozar el límite de seguridad o incluso superarlo.
La OCU indica que la falta de previsión para regular el tráfico en horas punta y lugares problemáticos, la mala gestión del transporte escolar, la mala sincronización de los semáforos, la falta de zonas habilitadas de carga y descarga y la ubicación de los centros escolares, forman un cóctel propicio para que en la entrada de los colegios el aire esté muy contaminado. Como decíamos, la OCU realiza algunas propuestas para lograr reducir el nivel de elementos contaminantes suspendidos en el medio ambiente, pero teniendo en cuenta la situación de crisis económica, todo lo que implique gastos adicionales posiblemente sean cuestiones obviadas por los organismos competentes.
Planificar el transporte escolar, crear un plan que regule el tráfico haciéndolo más fluido para que no se produzcan atascos y se genere más contaminación, fomentar el transporte colectivo, etc., son medidas interesantes que podrían mejorar los niveles de contaminación ambiental, pero, ¿se ha tenido en cuenta que los niveles de contaminación ambiental que se consideran seguros no son los mismos para niños que para adultos? Instaurar los medios de transporte eléctricos eliminaría rápidamente el problema y el nivel de contaminación sería prácticamente nulo.