Anna Essinger nació el 15 de septiembre de 1879 en la localidad alemana de Ulm en el seno de una extensa familia de origen judío. Anna era la mayor de las seis hijas y los tres hijos de Leopold Essinger, un corredor de seguros, y su esposa, Fanny Oppenheimer.
Anna dejó la escuela cuando tenía catorce años para ayudar a su madre con sus hermanos pequeños. En 1899, siendo ya una joven de veinte años, una tía que vivía en los Estados Unidos la invitó a que se instalara con ella por un tiempo. Anna estudió en la Universidad de Madison en Wisconsin y se preparó para convertirse en profesora de alemán mientras se pagaba sus estudios dirigiendo una residencia de estudiantes.
En su estancia en los Estados Unidos, Anna entró en contacto con la comunidad cuáquera cuyos principios y valores marcarían para siempre su camino. De vuelta a Alemania, en 1919, Anna se centró en labores humanitarias ayudando a niños desfavorecidos y continuó trabajando como profesora de mujeres trabajadoras de Stuttgart. En 1926, con la ayuda de algunas de sus hermanas, fundó una escuela en Herrlingen. El centro basaba su educación en el modelo impulsado por la pedagoga italiana Maria Montessori. La escuela estaba abierta a niños sin familia que se alojaban en sus instalaciones pero también a niños de la zona, de todas las creencias y orígenes.
Consciente de que en Alemania no había lugar para una escuela como la suya, Anna decidió buscar un nuevo destino para su centro y todos aquellos que quisieran seguirla. El lugar escogido fue Inglaterra, a donde se trasladó con sesenta y seis niños alemanes el 5 de septiembre de 1933.
Bunce Court, una antigua mansión de tiempos de Enrique VIII en la localidad de Otterden, al sur de Inglaterra acogió su nueva escuela. Anna recibió una cálida acogida por parte de los habitantes de la zona quienes le ayudaron a encontrar un hogar para los niños alemanes que huían del nazismo.
En 1940, la amenaza alemana en aquella zona inglesa obligó a Anna a volver a trasladarse con un centenar de niños y un grupo de trabajadores de la escuela a Shropshire, en el centro de Inglaterra. Anna Essinger veló, cuidó y educó a unos novecientos niños alemanes a lo largo de todos aquellos años difíciles, hasta que cerró su escuela en 1948.
Anciana, casi ciega, Anna vivió el resto de su vida en Bunce Court desde donde mantuvo contacto con algunos de sus alumnos. En 1959, cuando Anna cumplió ochenta años, un grupo de aquellos niños convertidos en adultos, plantaron cientos de árboles en Israel en recuerdo de aquella mujer de profundos sentimientos de amor a los demás.
Anna Essinger fallecía el 30 de mayo de 1960.