Como irrefutable testimonio de que el caos en King Crimson siempre condujo a sus más refinadas expresiones sonoras, "In the Wake of Poseidon" acaba de ingresar incólume en la estela de sus 40 jóvenes años con la misma frescura de los comienzos.
Aún con la llegada de aire fresco aportado por el flautista/saxofonista Mel Collins y el pianista Keith Tippett (futuros sesionistas de Crimson) "In the Wake of Poseidon" recorrería los mismos vericuetos armónicos que su antecesor... tal vez porque el barco escarlata permanecía aún anclado a figuras de su pasado glorioso antes de que estas cortaran las amarras para lanzarlo a la deriva jazzística de los dos álbumes siguientes. No sólo Greg Lake se daría una última vuelta por la corte del Rey, con el bajo ya enfundado para estrenarlo con Keith Emerson + baterista aún en espera, pero con su voz siempre lista para hacerse oír adonde fuere; también los hermanos Giles retornaban con su poderosa sección rítmica, Peter con su bajo sólido y Michael con esa batería que ha hecho escuela, digna de otro grande, eternamente subestimado de los parches.
"Paz es un vocablo / Del viento y el mar / Paz es un pájaro que canta / Mientras sonríes / Paz es el amor / De un enemigo como amigo / Paz es el amor que le brindas / A un niño
Cuando me buscas / Miras a tu alrededor / Pero no miras al lado tuyo / Cuando te buscas / Miras a tu alrededor / Pero no miras dentro tuyo
Paz es un torrente / Que mana desde el corazón de un individuo / Paz es un individuo cuyo confín / Es el amanecer / Paz es el amanecer / De un día sin final / Paz es el final, como la muerte / De la guerra"
"In the Wake of Poseidon" es un álbum que recoge una época grupal crítica, surgido del empeño por seguir adelante para desplegar el resto del nutrido muestrario de perlas que Crimson seguía tallando sin cesar. Como dijimos siempre, los álbumes de transición de King Crimson -y no sería irónico tratar como tales a cada uno de ellos, entre 1969 y 1974- nunca penetraron páramo estéril sino que muy por el contrario, señalaron un prolífico paraíso terrenal.
Felices 40!