En La Habana tratan de sacar la cara por Rafael Serrano, el bigotón del Noticiero Nacional de la Televisión Cubana, captado en cámara con maletas llenas en el Sur de la Florida ayer.
Lo hacen algunos muros de Facebook de locutores de la Radio y la Televisión Cubana, esos que reciben los favores y la oportunidad de unos minutos de internet a cambio de publicitar las ideas que muchas veces ni piensan ni sienten.
Un post que ha circulado hoy, por arte y magia del corta y pega destaca que: “Serrano acumula más de treinta años de experiencia frente a cámaras y micrófonos. Los más jóvenes quizá, solo tengan memoria de su aparición en el NTV cada vez que el reloj marca las 8 de la noche; pero su camino ha sido bastante largo. Pocos saben que inició como fotorreportero en el periódico Sierra Maestra de su natal Santiago de Cuba. Luego, el paso por el servicio militar y otras circunstancias le llevaron a la Isla de la Juventud; allí –en febrero de 1977– trabajó durante dos años en la emisora Radio Caribe”.
Las lineas fueron tomadas de un artículo sobre Serrano publicado por la Revista VISTARMAGAZINE. COM.
Muchas de estas publicaciones alternativas, mueven su perfil editorial en función de sobrevivir, algo que se aprecia desde afuera con solo revisar sus contenidos. Es obvio que enfrentan todo tipo de presiones por parte de un sistema que nunca ha permitido que se escuche otra voz que no sea la del régimen.
Tampoco los días del locutor son los de antes. Ya no es el locutor oficial del Consejo de Estado ni de las llamadas actividades gubernamentales de primer nivel. Se le acabó el cambio frecuente de casas desde hace un buen tiempo. Lejos están los días de las Tribunas Abiertas de la Revolución.
Si algo podemos cuestionarle a Serrano como profesional es que su capacidad actoral no le alcanzó para el acto mas importante. No logró nunca convencer en las dos pandillas. Se quedó en una sola. Y su pandilla ya esta extinta y cremada. Serrano fue mascota de Fidel, pero no de Raúl. No supo ser gran estadista y militar, y esto le ha costado bien caro.
Presionado por esa exigencia y nivel que un día tuvo, quizás sea por lo que se arriesga tanto, y se atreve a pisar el suelo de la Florida, sobre el que ha lanzado tantas ofensas en tono combativo y ridículo.
Nada podrá opacar el brillo que irradian las imágenes. Una imagen puede más que mil palabras. Y es triste ver a Rafael Serrano cargando con lo que tanto condenó. Ni más ni menos: pacotillas. Será que el hombre piensa como vive.
Por Carlos Montero
Con información de Facebook y VISTARMAGAZINE.